jueves, 29 de enero de 2009

Págame a la Anaís



A veces uno tiene que contradecirse para conseguir fines, a primeta vista, perversos. Momentos en que no sabemos ver la razón y nuestras pregonaciones, parábolas o convicciones mejor clavadas en el lado reflexivo del alma son derrotadas por la irracionalidad apabullante del otro lado de ella.

El último fin de semana que pasé en Lima me fui a pasar una noche de diversión con amigos del barrio pueblolibrino donde vivo. Empezó moncesón, algo relajado como unas chelas y música que nos peleabamos entre los Jonas Brothers y Calamaro, pasando por Juaneco y uno que otro memorable reggaetón. La cosa terminaría escapándose de nuestras manos pues perdimos el control de lo que deseabamos y no. Cae en bien resaltar que no nos acompañaba mujer decente alguna, ibamos sólo hombres, indecentes todos.

Uno por uno, eramos: Luciano, el siguiente lunes quince cumplía dieciocho y por fín podría ir sin miedos al Cristal Palace y entrar mostrando, horondo él, sus nuevos documentos que refutarían la cara de niño-pito que tendrá siempre. El Cristal Palace, obvio, no es un Casino o Tragamonedas, es el telo más conocido de Pueblo Libre, se rumorea que no hay pueblolibrino no virgen menor de 30 años que no lo conosca. Diego, el conquistador, no como Francisco Pizarro ni Hernán Cortez, si no a su modo, él es el pingaloca más fiel que conozco: todas las chicas, apenas ven su rostro parecido a Alejandro Sanz son capaces de regalarle desde peluchitos hasta la virginidad. Él, claro, las rechaza por dejar intacta la historia que lo ligaba a la chica que más amó y con la que ya no está. Rodrigo, de faltosos gustos para las chicas y el más chibolo de toda esa patota que saldríamos, esa noche de sábado para domingo, sin rumbo conocido. Y yo.

Además de ellos, iban con nosotros Jorge, Renato y Fantasmita, los tres amigos de la universidad de Luciano. Además de ellos, otros tres amigos más de su ex-colegio sanmiguelino nos acompañaron. A estos tres los separo en el anonimato más deshonroso pues tuvieron la concha deliciosa de no llevar un solo céntimo en sus bolsillos que ellos describían como agujereados. Vamos, no hay que condenarlos, yo lo he hecho muchas veces, es más, quise que, en la fiesta de fin de año, los brasileños compraran toda la cerveza que pudieran para que me inviten y yo no pagara nada, yo pensé que ya lo había logrado pero, días despues, Carlota me sorprendió cobrando todos los gastos ya divididos que se comían, casi casi, mi primer sueldo. ¡Pója! ¡Sacanaye! Esa mujer quiere siempre las cuentas claras y no me quedó más remedio que desfundar los dólares que guardo en un cofrecito celeste, que tiene candado para mayor seguridad. Así que podría entenderlos si no fuera porque estos tres truhanes hijos de mala madre gastaron toda su plata en una caja de Brahmas de la que no tuve noticia: se la tomaron solitos con el cumpleañero, y amigo común, Luciano.

El primer momento incómodo fue al subir al taxi, que se necesitaban dos, y ellos se instalaron en uno que no pagarían. Estos tres anónimos, los más publicitados de la Blogosfera peruana, tampoco se hicieron presentes en las cervezas de rigor que cualquier grupo de amigos que busca mujeres compra: sino cómo buscamos a las mujeres, que no salimos a buscarlas porque corremos el riesgo de encontrárlas (parafraseando a Sabina) y nos ayuda que el alcohol corra por esas carreteras sangrientas que son nuestras venas y arterias. Luego, en lo que ya constituía el ejemplo de mayor caradurismo que alguna vez se registrara en la historia, los embarcámos en taxi hasta su casa pagando con nuestra plata, qué canallas esos hombres. Desde mi perspectiva de chico-vividor-de-mis-amigos-brasileños yo recomiendo que para esas situaciones se abandone el lugar de los hechos sin pedir más dinero y caminando con la cabeza gacha, así tu hogar se ubique cruzando la Cordillera de los Andes.

Para variar, nadita innovadores nosotros, elegimos el boulevar de Barranco (un distrito chiquito y adornadito) para vomitar nuestras energías ribonucleicas sobre las chicas-cocodrilo de una discoteca, llena de palomillas (sus chicos-caimán), que se hace llamar La Jungla. Cualquiera que haya tenido la valentía de pagar los cinco soles (about 1.85 dolares, para los lectores internacionales) que cuesta la entrada ha de coincidir conmigo que el ambiente cenagoso y sexovaginoso que se respira en cada rincón del local llama a la reflexión más apresurada, y no menos alocada, de “esta noche, por fin, la hago carajo”. Acompañada por una disimulada cerrada de puño a la altura del páncreas.

Cada persona que entra tiene que sentirse necesariamente un Tarzán que acaba de nacer y ha sido puesto a propósito para que descubra otra vez los parajes indomables de la Selva que era esa discotequita. Uno puede olfatear en La Jungla diversas tribus amazónicas: sentadas en la barra, en los alrededores de la pista de baile, cerca a la puerta o en la escalera, que no es más que el conducto a la segunda planta de esa Jungla, segunda planta que está despoblada, vale decir, perfecta para algún Tarzán que haya conocido allí a su desubicada Pocahontas y quiera enseñarle formas anacondescas de amar y ser amado.

Esperábamos a las víctimas a la salida del tocador, una por una desfilaban todas muy cansaditas y sudaditas, nosotros extendíamos nuestras manos de uñas mordisqueadas para sacarlas al plató a bailar, claro que dispuestos a todo menos a bailar. Era sublevante comprobar cómo nos rechazaban para luego irse con el primer chavetero que encontraban. Éramos muchos, seguro era eso, sobrábamos, puros hombres somos caracho. Sin embargo, algunos elementos nuestros pudieron levantar y llevarse a dos chicas de ese antro para el bar del costado (El Boleto), pero eran dos chicas no más y ellos las quintuplicaban, además no nos habíamos deshecho de los chicos vividores. Así que Rodrigo y yo nos quedamos para tentar mayor suerte.

Hay que cruzar la pista a ver qué hay al fondo, dijo Rodrigo. Ya pero suave con tu billetera, le advertí levantándole la voz al chibolo de mi amigo. Pasábamos entre todos esos cuerpos danzaores con la cuidada precisión de no tocar a alguna chica-cocodrilo, pues podría, además de ocasionarle un cortocircuito a sus movimientos de licuadora humana, traernos una riña innecesaria con algún chico-caimán. Una vez al fondo, entre toda la neblina del lugar, avizoré a una minina solitaria y enclaustrada en un rincón. Todos sus amigas yacían con el cachete en el piso recibiendo el impacto de sus muy entrenados Tarzanes acaimanados. Y ella enclaustrada. Alentado por su soledad y las dos palmaditas en el hombro para la motivación del chibolo Rodrigo, me abrí paso, qué importaba, caminando sobre todo el fango y los cachetes caídos de esas mujeres.

Vamos a bailar amiga, le dije cuando llegué, intentando parecer muy seguro y perreador, pues había aprendido de la primera lección en los servicios higiénicos. Ella me miró con ojos tristes, como quien observa, ya sin tiempo de avisar, que una ola gigante viene por mí a revolcarme. Era su amiga, que se había erguido del suelo para avisarme que esa chica no bailaba y que yá yá desaparezca de allí. Manteniendo la calma y muy educado, le dije que me dejara hablar con la chica solitaria, habrá entendido mal o no me habrá escuchado que seguro pensó que la mandé a la mierda y tocó mi hombro dos veces con sus dedasos, otra vez volteé y esta vez ya era su chico-caimán que estaba dispuesto a crucificarme de cachetes al piso también. Ayudado por unas lianas colgadas en algunos arboles imaginarios salí presuroso antes que me hicieran algo esos reptilescos hombres. Nos alejamos del tumulto con Rodri, les eché una última mirada a esa tribu y las chicas-cocodrilo habían vuelto a lamer el piso, aletargadas, mientras recibían el impacto con los ojos enblanquecidos.

Salimos de La Jungla y nos encontramos con los demás descorazonados muchachos que, según contaron, apenas se les acabó la chela, los abandonaron las dos chicas. Succionadoras, pensé yo. Ahora había otro problema, los tres chicos-vividores se retiraban a su casa y el taxi lo teníamos que pagar todos con una chancha (recolección voluntaria de dinero, para los lectores internacionales). Muy decentes, Jorge y Renato, desde ahí los nuevos y poco decorosos protagonistas de lo que quedaba de la noche, pagaron la mayor parte. A mí me quedaban unos soles, como a los demás. Pero había corrido el rumor entre nosotros de que Jorge y Renato, estudiantes de la San Martín, pertenecientes al jet set limeño, muy fotografiados junto a sus familias en las de Sociales de las revistas hípicas limeñas, tenían miles de billetes más. Se encargaron de pagar la chela, que imantó a las dos chicas succionadoras, y de embarcar a los vividores a su casa.

La noche acababa y nos arrastramos tristes hacia una banca de la Plaza Bolognesi, en la bocacalle del Boulevar. Jorge y Renato no demoraron mucho en expresar lo que se les antojaba: querían ir a un telo, quién conoce uno cercano, preguntaron. Por supuesto que no iban con nosotros, iban a pagar por una mujer. Yo alcé la mano, en señal de que tenía la solución pero necesitaba un celular para llamar al más clarificado en estos temas de Geografía Sexual: el Gurú de los Telos y Burdeles, un tal Gonzalo, que recorre la noche limeña sobre su antiguo bólido recien salvado del Depósito Municipal, lo que le da un aire a calzonudo Batman que corretea por Ciudad Gótica como un Pacman hambriento, un come-mujeres-en-vida.

El problema era que no tenía su número de celular. Como eran las tres, o sea temprano, le timbré a Fabio, integrante enamorado de este bloJ, que conoce a la perfección a Gonzalo pero nada, deje su mensaje. Luego a Christian, a su Nextel. A su Movistar. Y nada, todo apagado, estaba durmiendo. De Robertino tenía un número pero nunca es seguro si él, en un arranque de ira anárquica, ya lo había roto o tal vez el muy canibal e impaciente, se lo habría comido seguro pensando liberarse de sus horrorosos ringtones. Intenté con César, un publicista rompecunas de la Católica, pero el muy borracho estaba a punto de desmayarse alcoholizado y no me pudo dar los números. Al Melón ni lo iba llamar, pues está secuestrado y no aparece hasta ahora. Sí, con este parrafo real e innecesario busco dar a conocer a la opinión pública que éste mi candoroso estaf de NV se acuesta temprano; solos, acompañados o juntos, eso ya no lo sé.
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From: Melón
To: reii
lomen locovox mi titulo evoca todo mi lamento y me es preciso explicartlo por q d sta manera tal vz vislumbre el tnue cariño o hambre, si tu quieres, q resta d tu sustancia glatinosa para mi: mea culpa ( ya ps apelo a unos tropiezos cn las cojudcs d Coelho pa q lo entiendas) y toa sua aninho: no es mas q el recordatorio d tu pertenencia insaciable vease diccionario d la real arrechura: mi potito!!!!!!
SOspecho q el ambiente dl tio sam t ha brindado al menos algun par d pechos sera eso ajam?!!! DBo dcir q tu largo eteriedad ha menguando en tanto estas ausente y no puedo evitar sonar un poco melancolico...Pro superemoslo... ya conseguist aplicarl a la peque??? un gringo dl q dba sentir celoso???? NECSITO TU CALOR LITERARIO Y SICALIPTICO!!!!!!! x mas q sea corta esta manifestacion d lo real era menesterosa x no agregar sidosa mi plegaria a las deidades cognoscentes x q ese par de nachas tan sagradas regresen conmigo solo habiendo tocado mujeres!!!!!
TU lomen enterito!!!
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Imposible. Nunca ubicaría al Gurú de los Telos y Burdeles. Debíamos recurrir a otra solución, alguien que conociera la calle barranquina, pues no queríamos terminar tan lejos. Rodrigo y Renato se separaron del grupo un rato para buscar a alguien con esa característica. Cuando ya pensábamos que, caletas ellos, habían encontrado un telo y, lo peor, estaban entrando juntos, los vimos parados al frente esperando algo, que alguien los levante, pensé antes de acercarnos. Pero no esperaban nada, tenían consigo la solución: el Taxi Driver, el ride. Él nos llevaría a burdelear.

Seguíamos siendo muchos y los taxis no querían llevarnos. Algunos se espantaban cuando le pedíamos la dirección de algún puticlub. Fue cuando yo, buscando solución, detuve mi brazo derecho en una pendiente muy pronunciada de 47 grados y deslicé, suavemente y con desprecio, la cabeza a la izquierda, estaba a un costado de la pista: un station wagon blanco se estacionó y le hice la pregunta, así solito, mister, cuánto me cobra al burdel más cercano (que, en realidad, no conocía). Quince soles, respondió. ¿Y cuál es?, indagué. El Emmanuel, mi hermano, es ficho, respondió y advirtió a la vez. Los calentones de mis amigos, al ver que estaba durando más de un minuto con el taxista, se acercaron a preguntar por otros destinos. El Emmanuel, según recordaba las noticias de mi amigo Christiansol, era fichísimo, por consiguiente, todos no podríamos entrar ( : para ese rato, toda la gente se había animado entera a ir y salir, no importa, partidos en dos por tanto sexo salido de los billetes). Algunos preguntaron por los afamados antros de perdición cercanos a la Plaza San Martín, donde ya conocía uno y sabía que no era la mejor opción. Fue hacia donde nos dirijimos. Yo estaba preocupado: tropezaría con la misma piedra de la avenida Colmena.

Al llegar, los muros blancos que rodean esa Plaza se veían así mismo, sin colores, sin gente. No quisimos bajarnos y el taxista casi se molesta. Él ofreció llevarnos al Centro de Lima, un burdel conocido como La Nené, pero, claro, saldría más caro jovencitos, nos dijo el mister. Pero tío, mi amigo Luciano va debutar pues no sea usura, son sus dieciocho pe tio, reclamábamos, nos parecía lo justo. Nada, nada ya págenme entonces y bájense aquí, nos canceló. Pero, el último recurso, el en-ese-momento-copiloto del taxi, que tambien quería debutar, el buen amigo Fantasmita se inmoló: ya, yo pago la diferencia. Bueeeeeena Fantómas, ¿para eso si hablas no maricón?, hasta te quedas sin pasaje, bien ahí, vamos a cachar Fanti, le decían sus compañeros de universidad.

El taxi siguió avanzando en medio de todo el abandono que es esa parte de la ciudad de Lima. Todo se volvía tenebroso y se iba llenando de telarañas, fábricas de fábricas pasaban por nuestras pupilas. Estabamos cerca a la avenida Colonial, corazón industrial de la cuidad que, no sabía, cobijaba tambien fábricas de sexo mercenario. El taxista, ya nuestro cómplice, se ofreció a esperarnos fuera de La Nené. Desde aca le agradesco por ese gran gesto, que íbamos a pagar por diez soles más, pero eso no importaba. Media hora no más tío, Fantasma y Lucianito son vírgenes así que, you know, en cinco minutos salen (bendita leyenda), le dijeron para animarlo. Algunos eran menores de edad pero eso, en Lima, se arreglaba con más billete de los niños ricos (cabe mencionar que no era nuestra intención colgarnos de los billetes de los niños ricos pero ellos, salvadores, ahí estuvieron en esos momentos-muerte).

Es así que llego por fin al escenario final de este relato: la miniciudad que era La Nené. Eran 25 puertas con mujeres en el umbral, todas vestidas con bikinis o, menos bien, desvestidas hasta el hilo. Las mujeres plantadas en cada puerta íban desde una colombiana que decían era el hembrón, el jale de ese burdel, hasta las otras poco agraciadas y ajadas señoras de las ocho decadas. Estuvimos pegados a la barra, todos juntos, protegiéndonos. Ahora qué hacemos, quién es el primero en avanzar. Jorge y Renato íban a morir sí o sí. Las dudas recaían en los demás, los chicos ricos seguro le pagarían las rameras a sus amigos de universidad, era natural por la afinidad y las promesas de “despues te pago”. Yo, solo al ver el paisaje, supe que iba mirar y tocar todo lo que pudiera, mas no entrar. El primer movimiento fue irnos todos al baño que quedaba al fondo del local, es decir, era una excusa para cruzar todos los cuartos y ver juntos la oferta de La Nené.

No sé porqué pero nadie entró con la colombiana. Ha de ser por la repulsión comprensible que generaba sus curvas rerecorridas. Al volver del baño ya estábamos separados, unos metiendo sus narices en los senos de algunas chicas y otros encuestando a las damas para preguntarle qué cosas incluía el servicio. Jorge, Renato, Luciano y Fantasmita indagaban los servicios de la chica del bikini celeste, vamos a decirle Carmina. Habrán hecho el yanquempó, no sé, pero Jorge y Renato entraron, uno después del otro, con Carminita de cabellos negros. Yo me separé de ellos pues había encontrado a una dama misteriosa de bikini negro que hacía equilibrio con la cuerda de una ventana que estaba encima de ella (probablemente era el aire acondicionado). Tal vez esa contorsionada pose de circo me llamó la atención. Un hombre estaba junto a ella y le pregunté, casi con una exclamación de amigos que se conocen mucho, si iba a entrar con ella, me dijo que no, haciendo un ademán muy dandi permitiéndome el paso, y yo proseguí. Debo reconocer que fue atrapándome la Anaís.

Anaís se llamaba, o eso me dijo. Ese nombre me gusta, no se puede pronunciar sino es con una mueca de sonrisa en el rostro. Vamos, intenten. AnaiS. La S (ese) del final es la que comenzó y terminó por dibujar una sonrisa en mi rostro cuando repetí su nombre. Tenía ojos pardos, el cabello del mismo color y enrulado. Un bonito cuerpo, que es lo que le importaba que le dijera y se lo dije.

Mientras tanto, mis amigos seguían deambulando por cada puerta. Jorge ya estaba empiernado con Carmina la de celeste. Algunos elementos nuestros esperaban en la puerta, no sé con qué objetivo, seguramente saludar al reciente penetrador que saldría con rostro de “puta, se acabó”. Al salir, Jorge todavía se acomodaba la casaca y verificaba que su pantalón no tuviera el cierre abierto. Ahora le tocaba a Renato. Mientras él hacía las polichinelas necesarias para no acalambrarse luego, Carmina caminaba muy caballerosa hasta la caja para cancelar la siguiente sesión, con Renato. Inexplicablemente, vi entrar al chibolo Rodrigo al dormitorio de Carmina, con “unos-cuantos-más”. Puta que que huevones estos, que mierda harán, pensé mientras escuchaba que Anaís me decía que estudiaba en la universidad Alas Peruanas. “Unos-cuantos-más” salieron riéndose y Rodrigo no salió. Estaba instalado debajo de la cama: esperando que Renato y Carminita cerraran la puerta. No podía creer lo que veía, qué loco era mi amigo, había quemado, iba presenciar porno en vivo, aunque sin ver, solo escuchando, soportando el peso del sexo sobre él. En ese momento supe que mi amigo Rodrigo era único, un baluarte nacional, una insignia del CIFO (su colegio) nisiquiera su hermano, el llorón de Martín, lo igualaría alguna vez. Merecía algunos galones y honras militares por tamaña acción parecida a las que hacen en las guerras los comandos anfibios.

Sin haber tocado nada, Rodrigo salió más feliz, y más sano tal vez, que Renato y Jorge. Yo, sin tiempo para sorprenderme, seguía mi cháchara con Anaís: ¿Y cuánto ganas por noche? ¿Y si ganas eso porqué sigues aca? Ah ya, era para tu segunda carrera. ¿Crees que tu familia en la selva sabe algo de lo que haces? Tu haces de todo ¿no? ¿No me quieres hacer una rebajita? Vamos no seas mala, es que no tengo ese dinero.

El brother dandi que me había dado permiso se nos acercó. Conocía a Anaís, había pagado por ella dos veces y ahora se unía a nuestra conversación en clave de entrevista pelotuda. No me molestaba hacer un trío verbal, me gustaba, me enteraba más cosas de Anaís y del brother dandi. Era de la UNI, una universidad de matemáticos, y venía muy seguido. Anaís, a pesar que se había vuelto mi amiga y yo su potencial comprador, no ocultaba las ganas que tenía de que Ceferino, el brother dandi, la hiciera suya, por tercera vez Ceferino, ¿no?.

El descuajeringado Rodrigo se acercó peligrosamente a mí, dejé un rato la entrevista. Oe qué le dices, me preguntó. Le recito poemas, a ver si me rebaja el precio, huevón, le dije ya cancherísimo. ¿Y quién te lo pagará?, retrucaba. Ya pes, le pido a Renatín o al Jorge ese, ojalá me den, dije avinagrado y algo desanimado. Fue cuando él avanzó hacia ella y empezó a hablarle: ¿Cuánto me cobras por darme un beso? Ya, mira, cinco soles y entramos, me bajo el pantalón y me la frotas; Anaís se notaba ofendida, Rodrigo no sabía tratar a una puta. Ella se lo dijo con otras palabras: qué te crees oye chibolo, ya salte de acá. De verdad pues amiga, insistía él. La locura de Rodrigo lo llevó muy lejos, la trató pésimo, la humilló. Ceferino mostraba sus ingenieros dientes de la algarabía que le produjo ver esa escena.

Rodrigo se retiró y yo proseguí con el trío. Perdónalo, porque no sabe lo que hace, le decía yo en su nombre. Qué le pasa a ese chibolo, contestaba ofendida aun. Sí, bueno, ya con esta aprenderá, seguía yo con mis disculpas ajenas, muy seguro de que la equivocación venía de su adolescente cabecita de futbolista de menores del Circolo Italiano.

Mis amigos esperaban, ya afuera amanecía, Luciano y Fantasmita arrugaban para debutar allí. Yo la seguía haciendo larga con Anaís y Ceferino. Había decidido entrar, pero me faltaba el dinero, tenía que mendigarselo a alguien: como los tres repulsivos anónimos chicos-vividores del comienzo de la noche. Ni siquiera intenté pedirselo a Jorge o a Renato, sino a Ceferino, que no lo conocía ni de dos horas: brother, págamelo pues, cincuenta luquitas no más. Mira, yo voy a trabajar en Estados Unidos, te prometo por el amor de Dios, que te pago cuando regrese. Es en serio, en estas cosas yo no bromeo man. Ya, está bien, págame la mitad.

No, Cefe, entra tú, intervino Anaís. Me quedé parapléjico, no porque me hubiese partido la cara con esa frase, sino porque, pese a esos ruegos de ramerita humillada, el futuro ingeniero, putañero él, se hacía de rogar. Yo casi hincándome de rodillas para pagarle a Anaís y él, teniendo la lana, dejaba que se lo pidieran enfáticamente. A qué clase de mounstruo le quiero sacar dinero, pensaba. Ya, entra tú ya, mira que te lo está pidiendo, ahora lo alentaba yo a él. El sonreía mostrando los braquets plomizos de sus dientes llenos de algarabía y sarro.

Eran casi las cinco de la mañana, nos habíamos olvidado del taxista de afuera que, sin embargo, muy gallardo, nos seguía esperando según comprobaríamos después. Carajo, el tiempo apremiaba, se hacía muy temprano, pero los amigos seguían pacientes. Ya les había contado que estaba pujando por conseguir el dinero malhadado del ingeniero de la UNI. Así que me acerqué por última vez a pedirle a Ceferino que vaya a la caja y sacara el tiquet para poder entrar con Anaís. Le dije, ya cabrón, págame a la Anaís, es la última vez que te lo pido. Porque uno tambien debe guardar algo de dignidad.

Ceferino me ilusionó por las puras, me calentó con sus ofrecimientos en desmedro de mis anteriores certezas de no querer pagar nunca más por una puta. Ahora movía su cabeza de manera horizontal y lapidándome. Comencé a retirarme de La Nené. Fue así que le di la mano a Ceferino y un beso en cada mejilla a Anaicita. Antes de salir volteé a observar por última vez a ese parroquiano y esa mujer embrujadora. Con esa imagen silenciosa en mi cabeza los iba a recordar: Ceferino desternillándose, mostrando muy platudo sus dientes metálicos que morderían muy mal el cuerpo de Anaís, mientras ella le ponía sus manos de uñas rojas en el pecho, rogándole lo que toda la noche le rogó.

pD. Lo que está en rosado es el correo que me envió el Melón desde la comunidad de los Hare Krishnas, al pie de la carretera Pasamayito en el norte chico de Lima, adonde se ha retirado en busca de sexo espiritual (y, por eso, gratis).

lunes, 26 de enero de 2009

Moulin rouge




Con rizos perfectos, cintura de modelo y mirada penetrante, Angélique, la chica francesa se despidio de mi calidamente. Llevaba bikini blanco con puntos negros y una especie de vestido playero color turqueza, con unos lentes D&G y sus sandalias blancas que tanto le gustan. Era sin lugar a dudas la chica mas bella para la que he trabajado.

Habia regresado al trabajo, trabajo al cual esperaba no volver: por la pesades, por los horarios inestables, por el dolor que ocaciona a mi cuerpo y por la lejania. Amparo, mi tia, me ofrecio de buena manera ser parte del staff de “7 days service”, una pequeña empresa de house keeping’. Es un poco inestable y de cargado trabajo, pero se siente cordialidad entre sus miembros. Ella es como la madre del grupo, una madre tal vez un poco dictadora, pero buena al fin y al cabo. Nosotros no tenemos ni voz ni voto en el orden ni el dia de trabajo, sin embargo desde que llegue tengo ciertos privilegios de los cuales me siento agradecido; no solo por ser su sobrino, si no por ser pobremente bilingue. El viernes, dia de harto trabajo nos dirigimos, como casi todos los dias a la casa de los señores Parent. Ellos son una familia de judios un poco liberales, pero infinitamente adinerados y realmente eticosos. Habia trabajado para ellos desde el año pasado, y los odiaba infinitamente por la “cara de poto” que suelen tener ante nuestra presencia.
-Que sigue?
-Ir donde los judios- responde mi tia
-Nooo!- me disgusto la respuesta- y si no vamos?- tratando de posponer la visita
-No se puede. Tu sabes que el judio es jodido, seria exponernos a quedarnos sin trabajo.
-Bah! Bueno, que nos queda.
-Lo bueno es que casi no hay gente. Solo estan los viejos y su hija.
-Y lo malo?- en forma ironica pregunto, sin esperar una respuesta.
-Lo malo es que tienes que lijar las mesas de afuera
-OMG lijar?
-No te preocupes tontillo, usaras la maquina, casi no hay trabajo en eso
-Ok yo lo hago.

Nos dirigimos a su lujoso departamento, despues de pasar por las “N’ zonas de seguridad y registrarnos en el “lobby” con pocas ganas y mucho trabajo. Cada uno tenia una tarea asignada y la mia parecia ser la menos indecoroza, pues Janet se encargaria de los baños y Joaquin de toda la ropa. Frente a todo eso una lijada de mesas parecia un trabajo de niños.
-Hello Ampero- Saluda la vieja de buena gana pero con un ingles mal pronunciado.
-Hi Mrs. Paretn. How are you?- mi tia responde sin esperar respuesta, por mera formalidad.
-Find thanks- Con el mismo ingles mal pronunciado y sin ganas de recivirnos.

La vieja estaba en ropa de dormir aun y el viejo estaba en la ducha, refrescandose por el calor que hacia. Mientras que Angélique lucia radiante, no la habia visto antes, ya que el año pasado no habia visitado a sus padres en su casa de Miami. Estaba tomando sol en la terraza, junto a las mesas que debia lijar. Solo la habia visto en fotos y mi sorpresa se hizo notar sin espera.
-Roberto. Cierra la boca que se te cae la baba.- juega mi tia, haciendome sonrojar.
-Es su hija?
-Guapa no? Pero es chiquilla asi que ten cuidado.
-Que edad tiene?
-Diecisiete, aun hay carcel- y nos reimos juntos.

Sali al balcon para lijar las mesas con el aparato que mi tio nos habia prestado, pues trabaja haciendo “plumbin’” y no podia dejar de mirarla por mas que trataba concentrarme. Me puse los lentes de sol para reducir la molestia del calor y sobretodo para pasar desapercibido, pero era una tarea dificil, pues sus rizos, su cara de niña picara, su sonrisa contante y sobretodo su naturaleza para actuar frente a mi obvia mirada constante me erizaba con facilidad, me exitaba su presencia. Pero trate de seguir con el trabajo, pues sabia que los viejos nos estaban mirando, a mi sobretodo.
-That a hard job- tratando de hablar ingles, idioma que a penas conocemos
-Not too much, this machine help a lot.
-Anyway is hard. Isn’t it?
-Yeah, that’s true. An noisy
-Not too much, I tolerate it.- luego nos quedamos en silencio, ella tomando el sol, y yo sudando de calor, ella borceandose como francesa adinerada que es y yo trajando como latino ilegal en este pais de latinos esclavos.
-Do you want some coke?- y me muestra una lata de coca-cola helada que tenia en la mano
-I think that I cant
-Don’t be silly. it’s a hard job, and is hot in here
-Ok thanks- entonces se para contoneandose, alegre de la vida sonriendo de manera picara, pues al parecer sus padres, los señores Parent, los viejos judios no la dejan socializar con frecuencia, con justa razon.
-Its really cold, it would help.
-Thank you.- luego regresa, caminando como en una pasarela, moviendo la cadera de un lado al otro, induciendome a la tentacion. Tentacion de la cual, seguramente, no tenga idea.

Se paso el dia tomando sol, contemplando el paisaje, y yo a ella, y a la vez haciendo el trabajo al cual me veo sometido. Me invito un par de coca-colas mas y volvio a hacer el mismo caminar de pasalera, incermentando mi atraccion hacia ella. Atraccion que seguramente resultaria infrustuosa, sin sentido, pues ella es una judia adinerada, guapa y joven, hija de padres en extremo celosos y posecivos. Y yo no tengo nada. Sinembargo no dejaba de gozar ese momento de extraña soledad en la terraza, en compañia de una francesa afrancesada tan bella, tan sexy, tan prohibida y a la vez deseada. Sin embargo la partida se aproximaba y nuestra labor en dicha casa me apenaba, sin embargo seguia con la esperanza de volverla a ver, a ella, a sus curvas y a la mirada picara que maneja con facilidad. A ella y su bikini celeste.
-Bye Ampero. Bye young man- se despide con cordialidad la señora y su hija, pues el señor estaba en su cuarto.
-Bye Mrs. Partent- me despido
-By the way, my name is Angélique- y se va. Mi tia se quedo mirandome, como preguntandose “y eso” yo solo me quede callado, como si me hubiese ganado el cielo, y dentro de mi me reia, no se porque, pero me reia.

Al dia siguente teniamos que regresar a su casa, pues muy a mi pesar se iban de viaje, y teniamos que dejar la casa impecable. Por primera vez una sonrisa adornaba mi cara cuando ibamos a la casa de los judios. Y mi tia noto mi felicidad.
-Feliz?
-Solo lo normal, es un dia soleado, llama a estar feliz.
-Lastima que hoy no te toque la terrazza.
-Pero igual estaremos ahi- y se rie conmigo.

Llegamos y las maletas estaban listas, ellos tambien. Los viejos vestian como de costumbre, como siempre los recuerdo. Pero ella estaba con otro bikini, uno blanco con un bestido ensima y las sandalias blancas que habia usado el viernes. Seguia tomando el sol con una alegria incalculable. Tal vez esperando a que siga lijando la mesa de las terrazzo, pero esta vez no era parte de mi labor. Todos nos apuramos por hacer lo que teniamos que hacer y yo trataba de salir al balcon, para verla al menos unos segundos antes que se vaya.
-Te veo impaciente.
-Solo un poco.
-Ok anda limpia la terraza. Le pasas el Ziffer y el mapo, luego limpias las lunas. Pero no demores mucho, que ya no falta casi nada adentro.
-Ok tia, gracias- fue mi complice por unos segundos.

Me apresure para llevar lo que necesitaba y entre a la terraza, de nuevo en nuestra extraña soledad, ante la vista de todos.
-Hi again- me apesure en decir. Tal vez demasiado pues estaba hablando por telefono, en su idioma natal, el cual desconozco. Y ante la ausencia de una respuesta me predispuse a empezar a limpiar.
-Sorry I was in the phone.
-Its Ok.
-Do you want a coke
-Ok.- Entonces se dio cuenta que no tenia ninguna a la mano
-Darn! I don’t have any.
-Its Ok. Don’t worry.
-No way. Ill be back in a minute. - Se paro de un salto alegremente y fue a la nevera a taer unas cuantas.- itz Zero, it doesn’t matter isn’t it?
-It Ok.- I me sonrie de forma dulce.
Luego se podera el silencio por unos segundos, luego vuelve a tomar la iniciativa.
-Were are you from?
-Im from Peru…
-Oh… I was there, Machu Picchu. Ceviche.- y me rei por el concepto vago, aunque cierto que tiene de mi pais natal.
-Yeah. Machu Picchu.
-It was a very nice place.
Y de nuevo el silencio incomodo pero extrañamente placentero se apodero del lugar.
-I’m from Paris.
-Oh la la- y se rie ante mi tonta respuesta.
-Parle lu francais?
-No at all. - pues hablaba tanto frances como aleman.

La conversacion no fue muy fluida, pues tenia que trabajar. Y ellos tenian que irse pronto. Tampoco era de amigos, pues ambos no hablabamos mucho ingles, cosa que detestabamos. Pero pudismo volver a vernos, y eso a mi me bastaba. Poder observar de nuevo su rostro de niña picara, su contoneo al brindarme una y otra coca-cola y el cuerpo tan sexy, del cual le agradesco a los viejos judios. Nos mirabamos mucho, y conversabamos lo poco que podiamos. Pero la hora de partir se aproximaba, cada vez mas y mas. Los viejos le dieron unos obsequios a mi tia, por sus servicios. Una propina, a mi que senti que era inecesaria por tener tan bella hija. Y se despidieron con mayor cordial dad, casi de familia, de amigos. Un beso en ambas mejillas fue lo ultimo que recivi de ella. Lo unico que pude tener, salvo el recuerdo. Y alcanzar a saber que recordaba mi nombre, aunque no tuve la cabellerorisad de brindarselo, entonces supuse que lo habia averiguado.
-Bye Mr. Parent. Mrs. Parent Bye Angélique
-Orbua Roberto.- Y mi tia volvio a verme con la misma cara, de sorpresa, seguido de una risa de complicidad, como si hubiese logrado algo. Yo me fui feliz, pues era dia de pago, de propinas y de chicas francesas que averiguan mi nombre. Chica que recordare con cierta melancolia, pero con felicidad.

viernes, 23 de enero de 2009

en VIVO desde Larcomar


"Oie de verdad lo siento, pero no voy a poder ir, algo comi ayer y ahora estoy mal del estomago"
-Palabras desalentadoras, viernes 16 al mediodia-



Luego de una semana entera habia llegado nuevamente un viernes, teniamos que transmitir como lo estamos haciendo semana a semana, aunque este no prometia ser lo mismo de siempre, en pocas palabras era el programa prometedor de Enero. Ya estabamos en la quincena del primer mes del año las espectativas eran grandes, y las ideas y los planes para el crecimiento de Noches Virgenes es bastante prometedor y con gran potencial, por eso habiamos decidido gracias a una genial sugerencia de Edu realizar un programa desde Larcomar lo cual nos parecio genial, el llevaria su laptop el dia viernes 16 para poder transmitir en VIVO fuera de una casa y con la esperanza de que nuestros oyentes vayan a visitarnos y conversar con ellos y que manden sus saludos en vivo en lugar de hacerlo nosotoros, sin embargo aquella funesta frase que karmeo el dia por completo desde pasado el mediodia.

-Que???? como asi??? esta loco?! no nos puede hacer esto!-
-Si pes cholo, y ahora que? de mi casa nomas?-
-No naa, quedamos en algo con nuestros oyentes, tenemos que hallar la forma de encontrar una laptop pero ya!, de todas maneras ten separada la musica...- en ese preciso momento escuche una frase salvadora de ella.
-Pero, lleva mi laptop pues...- en realidad me incomoda un poco que me interrumpan mientras hablo, mas por telefono, pero por suerte ella sabia lo que hacia, pues dijo la frase precisa en el momento justo con el tono preciso y con una mirada a la que no podia resistirme. Aunque aun asi le pregunte como para asegurarme y pensando en unos microsegundos solo conclui.
-Ya christian, tenemos laptop, Ceci nos puede prestar la suya-
-Estas ahi con ella?-
-Si aqui estamos, dejame ver bien el tema yo te llamo a penas llegue a mi casa-
-Recuerda las listas y el tema no te vayas a olvidar y te vienes altoque a mi casa-
-Ok! instala el programa yo arreglo todo y nos encontramos en tu casa-

Converse unos minutos mas con mi salvadora, mi señorita querida, para entonces despedirme con un gesto que trataba de decirle que es en realidad mucho mas que eso, le di las gracias, le prometi cuidar la laptop como si fuera mi vida y que le devolveria de alguna buena manera, y sobre todo, lo mas pronto posible aquella espontanea solucion que nos habia proporcionado. Asi minutos despues luego de un largo beso y una buenas vibras de su parte para el programa de ese dia, me retire a mi hogar.

Hay quienes dicen que la suerte no existe, que eso del karma es una tontera, pero dejenme entonces preguntarles: ¿Porque demonios, si la laptop estaba bien, el programa de miercoles no corria?!!! ese fue el momento mas devastador de todos pues estabamos ya cerca de las cuatro de la tar y aun teniamos que intalar el programa yo aun cambiarme, sin mencionar que planeabamos llegar una hora antes a Larcomar, es decir a eso de las siete(con trafico incluido) para poder preparar todo. Luego de una serie de intentos, a la velocidad de la Luz, llegamos a la conclusion que debiamos de comunicarnos con otro proveedor de laptop y urgente! Christian llamo a su primo y yo sin querer queriendo, encontre a un primo en el msn.

Solucion1: llame a la oficina de mi tio para que me preste su laptop, Christian corrio a su casa para traer la musica en su MP4 y yo volar para instalar el programa en la laptop de mi tio

Problema2: Momentos depues, ya eran las seis y media, Christian llamo para decirme que habia tenido problemas y que se iria de frente a Larcomar, yo aun tuve un par de inconvenientes con la laptop.

No me quedaba de otra, estaba con el stress encima, me fueme el ultimo cigarrillo que tenia. LLegue a Larcomar, me ubique y temine de alistar algunas cosas minutos antes de las ocho de la noche, Christian llego(sin cigarrillos) y yo era una maquina de estress, pero aun asi, el programa empezo. Claro no sin antes que el agente de seguridad, un prospecto barato de un agente Smith de la pelicula de Matrix viniera a decirnos que no podiamos conectar la computadora y sentarnos si es que no ibamos a consumir. Ni me moleste, ni lo mire, solo respondi si como si estuviera programado para hacerlo, pues no me importaba mas que empezar el programa y comprar mis puchos. Asi que por el momento este AGENTE SMITH TRUCHO del CERRO SAN COSME nos dejo en paz.

El programa empezo, Lola aparecio, y pronto sonaba la segunda tanda de canciones, ya habiamos mandado algunos saludos y pasado el link del programa, algunos nos saludaron, un par pidieron cansiones y mas saludos, otros nos preguntaban donde estabamos, y algunos preguntando el tema del dia. Los minutos transcurrian algunos oyentes se disculparon por su inasistencia, un par de amigas se resintieron y una en particular nos aseguro llegar pronto pero no la vimos hasta que el programa ya habia terminado, sin embargo llegaron Juk, Renzo, Bonti, Ceci tambien fue a visitarnos, vimos a Gonzalo y algunas muchas otras personas mas, sin embargo, ya teniamos mas de una hora de programa sin darnos cuenta y teniamos que completar nuestra jornada en Larcomar pues no solo podiamos quedarnos mirando y comentando anecdotas que habian sucedido en dicho sino tambien debiamos de hacer algunas entrevistas, asi que sin mas empezamos con un par de chicos que estaban haciendo hora para luego beber en cantidades industriales diversos productos con contenido alcoholico.

Luego de esta pequeña intervencion decidi sentarme y escoger a las proximas victimas, sin saber que ellas ya me habian elegido a mi. Solo alce la mirada y ahi estaban las dos bellas, con rubias cabelleras, con rostros escondidos y miradas de extrañeza entremezcladas con cierta picardia por el lado de una y la otra un tanto temerosa de que me acercara con el microfono que llevaba en mano, dude un poco pero me acerque a saludarlas, preguntando si podia hacerles unas pocas preguntas*, accedieron, todo iba muy bien, llegaron dos amigas mas. Estas argentinas, muy buena onda, que estan pasando sus ultimos dias en Peru me comentaron que les habian robado algunos minutos antes, tambien que no habian tenido la oportunidad de ir a alguna discoteca en lima, mi interes por decirles que nos acompañen luego de la radio se iban haciendo mas grandes hasta que el mismo Agente Smith TRUCHO se me acero para decirme no podia hacer entrevistas, llamo a sus colegas, yo solo atine a tratar de ser gracioso y hacer un poco de tiempo y talvez si el no atracaba meterle floro a su supervisor antes que nos boten, pues no podiamos dejar el programa sin terminar.

Minutos mas tarde se acerco un tipo mas level, tambien de seguridad con el que pude hablar y conversar como personas civilizadas, nos permitio terminar el programa pero sin mas entrevistas pues teniamos que pedir antes un permiso en la oficina de administracion. Sin mas que decir, me acerque una vez mas donde las argentinas, que me contaron sus planes de ir al bowling, no repare en dejarles unos flyers y ojala puedan darse un salto por el blog y comentarnos acerca del post. Asi las deje ir, sin insitir en nada y sin comentar nada mas, pues no sabia si el que nos acompañaran fuera bueno de verdad pues nos esperaba la despedida de una amiga que ahora esta en colombia trabajando.

Una hora mas tarde, luego de hacer un viaje de ida y vuelta a dejar la laptop a mi tio y con unas treinta "leks"(soles) menos, Ceci y yo les dimos el alcance a los demas en el OSO, para tomarnos unas chelas conversar yo or mi parte despedirme de mi amiga y pasar un rato agradable. Asi que llegamos, las sorpresas eran grandes, me econtre con migos del colegio, con algun amigo en comun entre Ceci y yo, con una amiga de la academia, por ahi LOLA hizo de las suyas cuando conoci a uno de mis amigos del cole, yo iba de un grupo en otro, estaba riendo y tomando, algunos bsos por ahi, algunas miradas de mas y unos abracitos, que obvio son esperados, pero sin embargo estos no fueron muy divulgados, la señorita faster faster logro vender entradas para el desfile de modas que hubo en barranco, por ahi alguien se sintio un tanto estafado pero sin embargo todo salio muy bien. Tanto asi que Juk empezo a reir y botar chela "sin querer", ya le fallaba la orientacion y el equilibrio, renzo se reia volviendose cada vez mas chino, la faster faster tenia que irse a pesar que Ceci se hizo apsar por la amiga que se iba a Colombia y convencio a la tia de LOLA para "que se quedara mas tiempo porque ya no la iba a ver jamas" y se quedo solo para ser el punto todo el resto de la noche, a mi me vacilaron un monton entre Christian, LOLA, en complicidad con mi señorita.

Fue una noche increible, muy buena, amte de risa, con audiencia, casi nos eliminan de Larcomar, pero conseguimos conocer unas argentinas por unos minutos, nos dimos cuenta que el wifi de larcomar no es muy bueno, ademas pudimos reir y conocer gente nueva, reencontrarnos con viejos amigos, aprendimos a salir delante de las dificultades y los problemas, a sacar soluciones de la nada en un tema que es aun un tanto nuevo para nosotros, tomamos chelas, algunas salieron gratis obviamente, y bueno.... a mi me espero una noche mucho mejor al regresar, pues yo aun tenia la necesidad de cumpli con mi palabra. Digamos que el post ya es un tanto extenso como para contar detalles que pasan las 3 de la manana. Terminando la noches estabamos sobrios y cada vez mas felices....


Fbio

miércoles, 14 de enero de 2009

Un inocente en Chaclacayo

Ya te he dicho que no me gustan las bromas pesadas..
Yo advirtiendole a Claudia, luego de una de sus bromas


La carretera de noche estaba vacia, la carretera central para ser exacto, parecia un camino de cementerio de madrugada, casi rodeada por innumerables cerros no de tierra, sino cerros de casas. Eran alrededor de las 9 40 pm y nos dirigiamos a una fiesta en Chaclacayo. El taxi en el que iba con mi primo Eddie y sus amigos (Carlos, Omar, Helli y Fernanda) seguia de manera un poco lenta a mi parecer a la pick up donde ivan Claudia( mi enamorada), Lola, Yaha, Marilyn, Fabio y Nathalie. Eramos un grupo de jovenes dispuestos a perderse en la musica y el alcohol en las afueras de Lima un fin de semana comun y corriente, sin pensar lo que me deparaba esa madrugada.

Tardamos un poco en encontrar el lugar de destino, ya que ninguno de los conductores conocia muy bien el camino, pero mas fue mi indignacion al llegar, ya que el local aun estaba cerrado y solo habian 6 personas afuera esperando y ya eran como las 11 15 pm. Mi primera reaccion fue reir, pero por dentro no podia creer que habia recorrido sentado no se cuantas horas fuera de Lima para llegar a una fiesta en donde aun no estaba abierto el local y donde no habria gente. Sin embargo, a los pocos minutos el local se abrio y la gente, como por un llamado con la luz que reflejaba el simbolo de batman, fue llegando a montones. La fiesta y la noche llena de baile, trago, sudor, risas, sensualidad y diversion que tenia en mente pasar ese dia parecia hacerce realidad en cuestion de minutos.

Antes de entrar nos advirtieron que hasta antes de las 12 habrian dos zonas las de mujeres, en donde tendrian tequila libre y la de hombres donde debiamos comprar jarras de cerveza a 15 soles. Asi que un poco desconforme con esa norma, me dispuse a comprar la primera jarra de la noche. Eddie, Omar y Carlos no contaban con las fichas suficientes para matricularse en el trago, asi que Fabio tubo que desenvolsar para la segunda jarra. Las dos jarras se terminaron en un santiamen, era de esperarse para 6 sedientos. Estabamos ya con las ansias de que llegaran las 12 para entrar a la zona de mujeres, en donde se encontraban las luces y la pista de baile y entrar como fieras y destrozar el lugar con nuestros dotes dansarines.

Ya dentro de la "zona", nos juntamos con Lola, Claudia, Yaha y Marylin, pero no veia por ningun lado a la ex de mi primo, Helli, ni a Fernanda. Contrario a lo que tenia imaginado, mi animo estaba un poco retraido, me supuse que era por el poco trago que habia consumido y que aun no estaba del todo empilado. Por ello, sali a bailar algunas canciones con mi señorita enamorada, que se hbaia dado cuenta de mi poco animo y queria de esta manera levantarme un poco el animo que habia planeado tener. En lugar de agredecerle el gesto que tubo conmigo, de manera extraña no lo hice y en lugar de ello me puse de un humor peor. Ni yo mismo entendia que ocurria, tal vez mis sentidos me querian advertir de algo?, mi estado de animo me queria decir algo?, algo que atentaria contra mi?. No le di importancia, y me dispuse a cambiar de animo, asi que le sugeri a Fabio comprar dos jarras mas, que me prestara que luego se lo devolvia, y el acepto a duras penas, creo yo mas por el hecho de que el tambien queria embriagarse. Las chelas cumplieron con su objetivo. el animo me cambio por completo, ahora si estaba bailando con Claudia y divirtiendome con ellas y con todos menos Helli y Fernanda, que no las habia visto en casi toda la noche. Le preguntaba a Eddie que es de Helli, porque no bailaba con ella. El solo se limitaba a decirme: "Na no c debe estar por ahi"

En una de esas canciones de regeton antigua de los 90s saque a bailar a Lola, la chica pastel y ahora rompe corazones. Ahora si la noche parecia tener el color que ahbia imaginado, chelas, musica, baile, etc. Pero dentro de mi hbaia algo asun que no me dejaba tranquilo. Continuaba bailando con la señorita "faster faster" cuando Claudia me tomo del brazo y de un tiron me saco de la pista de baile. No sabia que ocurria, pense por un momento en que estabamos cambiando de parejas, pero no vi a nadie acercarcele a Lola para bailar. Cuando voltee a mirar a Claudia ella me miraba con extrañes con frialdad y algo de enojo, como suelen mirarte los padres cuando has hecho algo malo.

-Que pasa amor? porque mi jalaste y me miras de esa manera?. le pregunte desentendido de todo contexto.
-Como que que pasa? las amiguitas de Lola me han dicho que tu has agarrado con ella en fiestas anteriores. me recriminaba mirandome fijamente a los ojos con un desprecio que solo se lo conoci cuando terminamos por un mes con nustra relacion.
-Ah si claro. respondi pensando que todo ello habia sido una mas de sus bromas pesadas y esperando a que ella me sonriera y me diera un beso
-A osea que es verdad, bueno pues Christian, entonces esto queda hasta aqui. me respondio con la misma o talvez mayor frialdad que antes.
-Que? oye que tienes nada que ver, como voy a hacer eso?. ahora si perdido en el espacio, si saber que rayos pasaba, si todo esto era un sueño o eran ya los efectos del acohol
-Ay Christian no te hagas las amigas de Lola me han dicho que uds han estado agarrando antes
-Oye nada que ver, pero bueno si te vas a poner asi por una idiotez aya tu piensa lo que quieras. ya me habia entrado la furia, la ira que te coge cuadno no sabes que esta ocurriendo y te acatan de manera ilogica y falsa

Todos nos miraban con cara de asustados talvez, imaginandose que la noche no podia terminar peor, pero por otro lado me parecio que no les importaba mucho, que lo acontecido se lo esperaban o que no les sorprendia. Esto ultimo lo pase por alto, consecuencia de mi enojo e incompresion total de lo que ocurria en estos momentos con mi relacion y de lo que pasaba por la mente de Claudia. Ella se quedo sentada en uno de los sillones cruzada de brazos con la mirada enterrada en el suelo, pensativa y frunciendo el seño, era su tipica postura y cara de enojo. No cabia duda, ella estaba molesta y todo esto si ocurria y no era un juego. La noche otra vez dio un giro total, se desvanecia mi noche ideal para darle pasa a la neblina de ideas que me surcaban por la cabeza de como terminaria todo este embrollo para mi falso pero para Claudia totalmente real, por un momento maldije el momento en que saque a bailar a Lola, a la afirmacion que respondi en son de broma a la acusacion de Claudia, al maldito regeton que baile, y a las malditas horas que pase sentado en el taxi desde Lima para estar pasando por esto ahora. Sin embargo, pude entrar en razon, no queria que el enojo, orgullo y desconcierto terminaran con mi relacion de una manera brutal, asi que me dispuse a tratar de arreglar las cosas con Claudia, a explicarle que ese chisme era pura mentira. Por otro lado, pensaba porque Yaha y Marylin habrian inventado todo esto?, quer querian ganar con ello?, Lola les habria dicho que lo digan?, no querian que siguiera yo con Claudia?, pense por un momento en encaralas,, pero mis deseos de quedar mejor con Claudia y decirle que todo era mentira fueron mas fuertes.

-Claudia esto no puede quedar asi por favor, todo es mentira. Yo nunca eh agarrado con Lola ni siquiera lo eh pensado. le hablaba con tranquilidad y suavides, ella no se inmutaba seguia en la misma posicion.
-Sabes que Christian no lo se no me digas nada solo se que esto hasta aqui nomas nunca pense que fueras capaz de algo asi, si quieres preguntale a Fabio el escucho cuando me lo contaron. me respondio esta vez con menos frialdad que las veces anteriores pero aun con esa mirada quieta y fija, como la de un leon mirando a su presa.

Me pare resignado, todo esto quedaria asi, aqui terminaba mi relacion con ella, de una manera que no me espere nunca y menos esa noche que la habia plenado de otra manera. Camine hacia Fabio, el estaba conversando con Nathalie, en realidad se la paso toda la noche conversando con ella. Me sentia desencajado totalmente, no sabia que pensar, que decir, para lelgar donde Fabio pase al lado de Yaha y Marylin, las mire con odio, con rencor, tenia unas ganas de patearles la cabeza y que estas rodaran por la pista de baile, tenia ganas de tirarle la cerveza encima, gracias a ellas, mi realcion hbaia terminado de la merna mas idiota.

-Puta weon no se que mierda le pasa a Claudia, esta enojada conmigo. le comente a Fabio esperando a que me soltara algo de lo que habia escuchado, pero el me respondio con otra pregunta
-Por que ah que ah pasado? me pregunto pero con una mirada no seria sino media picara, como si supiera algo pero que no me queria decir
-Dice que las cojudas de Yaha y Marilyn le han dicho que yo he agarrado con Lola en otras salidas. me empezaba a desesperar otra vez, a enojarme, a descontrolarme
-Asu que feo y ahora ? me hablaba con la misma cara y con un tono de voz no de preocupacion sino de sisaña
-No se won pa mi que ya se le va a pasar. au tenia las esperanzas de que ella reaccionara y se diera cuenta de que todo esto era una falsedad
-Nada tio se le ve bien amarga mirala no se mueve y esta seria. otra vez sisañero como el solo y con la misma cara picara

No podia quedarme asi tenia que arreglar las cosas, esas dos tipas no ivan a romper una relacion de 3 años que habia construido con Claudia en menos de 2 horas. Asi que cogi valentia y me le acerque otra vez, esta vez seria mi ultimo intento, mi ultimo manotazo de ahogado.

-Claudia por favor hay que hablar no quiero pelear contigo y menos por una mentira
-Mira Christian no se ya te dije como son las cosas. esta vez senti que la frialdad y el enojo hbaian desaparecido en gran parte casi por completo
-Pero por favor no quiero terminar contido asi de esta manera tan estupida. la miraba y veia que su rostro cambiaba, esa mirada fija y fria se habia ido.

Pense por un momento en que mis suplicas habian surgido efecto en ella, que ahora si estaba dispuesta tal vez a que le diera una explicacion, a que me sentara a hablar con ella, a que le dijera cuanto la amo y que todo esto solo es un chisme de callejon, cuando de pronto no se como se me cruzo por la mente de una manera casi magica la idea de que todo esto era una broma. esta idea se paseo por mi cabeza por unos segundos, y a su vez fui recordando todas las bromas pesadas que Claudia me habia hecho caer. Hasta que por fin se me vino la certezade que todo esto era una broma muy bien elaborada por ella. Pero porque?, que ganaba con ellos? y otra vez otra idea mas se cruzo por mi mente que dia era oi?

-Claudia un monento, es broma todo esto no, oi es dia de los inocentes no?. esperando a que me dijera que si y terminar de una vez con todo esto, pero tambien sentia una rabia inmensa pensar que fui el hazme reir una vez mas de sus bromitas.
-Si jajaja . me respondio con una sonrisa en la cara y sus brazos me quisieron abrazar
-Asu Claudia sabes que puxa la cagaste en serio, que te dije yo sobre las bromas pesadas sabes que no me diogas nada. me pare indignadoy de un muy mal genio
-Amor no te pongas asi es solo una broma. cogiendomedel brazo me decia con voz de perdon
-No claudia yo te dije una vez que no me gustan ese tipo de bromas. Eddie vamosno no quiero estar ya mas aqui. le dije a mi primo, el cual me miro con cara de asombro pues recien eran la 1 de la mañana.

Luego de la confecion de Claudia me senti, usado otra vez para sus risas, era su bufon, porque se juega con estas cosas siempre (con mi corazon), no entendia nada, no la entendia a ella. Me retire de donde estabamos todos y me quede parado un uen rato en un lugar lejos de todos, de todos sus compinches. Despues de un momento y haber defogado ya mi ira contra ella, me puse a pensar de que esta noche no podia terminar asi, que tal vez estaba actuando de manera infantil, era solo una broma, no era para tanto. Pero ya me habia hecho varias de ese tipo y debia de cobrarmelas. Al cabo de una media hora aprox. ella se me acerco. Venia caminando con miedo, a mi parecer, con talvez alguna disculpa elaborada, o simplimente a joderme mas la pita.

-Amor no te pongas asi, era solo una broma perdoname si te jodio pero tampoco es para que te pongas asi.
-Si pues buena broma te salio linda asi tipo Damian y e Toyo deberias trabajar con ellos, estas perdiendo plata. le respondi ironicamente por dentro aun sentia un resentimiento.
-Oye mira como te pones solo por una broma. queria voltearme la torta como solia hacerlo siempre.
-Sabes que tu terminaste conmigo asi que asi quede todo, ok. ella con esta ultima respuesta se fue

Regrese a donde se encontrban todos, algunos me miraban con cierto temor, otros con cierta extrañez, o espectativa de lo que haria. Me servi un vaso de chela y saque a bailar otra vez a Lola, como para que Claudia pensara que me resvalaba lo que ella pensaba o yo tenia en mente sobre el asunto. Luego de bailar con Lola, saque a bailar a Claudia, ya no podia seguir mas con mi venganza la noche se terminaba y las cosas aun estaban tensas.

-Te divertiste haciendome la broma no ?. le pregunte aun de manera sobervia y fria, como si fuera a salir un rayo de mi ojo que la congelaria
-AL principio si pero luego cuadnot e amargaste no.
-Pero respondeme en concreto señorita bromoista e divertiste
-Al comienzo si
-Bueno pues al igual que yo, con mi venganza, jajajaja

Ella no estaba segura si era verdad o mentira lo que le decia me miraba de manera rara como a un bicho. Le dije que si que era broma, la verdad al principio si me molesto pero luego empese a tejer mi venganza por todas las demas bromas que me habia hecho. Pero que esta venganza me habia costado casi toda la noche y la diversion que pude haber tenido. Nos besamos, nos pedimos perdon, y continuamos bailando, esta vez con los demas que ya estabn al tanto de mi represaria. Pero como si fuera poco Nathalie nos estaba ya anunciando nuestro retiro, ya que el taxista contratado se tenia que retirar, eran ya las 2 30am. La noche fue larga, pero la diversion corta. Fue una madrugada con sus altos y bajos, pero creo yo que eso le dio un matiz enigmatico y divertido en cierta forma. Nunca olvidare esa noche del 27 de diciembre, creo yo el ultimo dia de los inocentes en que volvere a caer en una de las bromas de Claudia.

Por Christian.

La radio reloaded

AHORA NO SOLO SERAN LOS VIERNES DE 8 A 10
el horario del programa radial de este blog
ha sufrido un cambio
AHORA nos podras escuchar los
jueves de 9 a 11 y viernes de 8 a 10pm

Como si esto fuera poco se vienen muchas mas sorpresas como la de este viernes 16, en el que haremos el programa radial desde LARCOMAR a partir de las 7 pm. TODOS los que quieran hablar figuretear, hacer cherrys, declaracion, tomarse fotos, etc pueden ir en busqueda de nuestro microfono y soltar su voz por la radio online LIMA INFINITA (www.limainfinita.com) que alberga nuestro programa radial. Nos podran identificar, ya que estaremos con los polos de NOCHES VIRGENES que veran a continuacion.... y que tambien sortearemos.

NOS VEMOS ESTE VIERNES EN LARCO MAR!!!!!!
Y NO SE OLVIDEN DE LEERNOS Y DE ESCUCHARNOS EN LOS NUEVO HORARIOS
POR LA MEJOR RADIO ONLINE LIMA INFINITA (www.limainfinita.com)

domingo, 4 de enero de 2009

Ana la argentina





"Lo que pase en Estados Unidos no se escucha en Brasil"


(El carnavalesco Erico, un brasileño con el que vivo, soltó esta frase, sapientísimo, zanjando de una vez el tema de las distancias. El parló en portugues y la traducción es mía)








Ana la argentina llegó en la tarde a la cabaña que hemos rentado en Hardeeville. A nadie le funcionan las defensas, cualquiera se derretiría por ella. Es que lleva consigo, en sus ojos, toda la historia de la Republica Federal de la Argentina: las pampas extensas, las Malvinas perdidas, los campeonatos mundiales, las dictaduras, Erreway, la calle Corrientes, el Obelisco, Boca y River reconciliados y ya sin repelencia, Juan Domingo, Evita y Madonna, Kempes, Menem y sus cuernos, José de San Martin, la maleta marrón que traje, el Borges que no me animo a leer, el gol de Oblitas y su posterior revoleo del brazo y, como olvidarlo, Andrés Calamaro. Todo eso pude ver cuando husmee en su mirada. Es cierto, aunque ella, me dijo, nació en Rosario, con solo caer en sus pupilas verde esmeralda, previo zoom desde su rostro, puedo volar en la ciudad de la furia de Cerati. Ella, Ana la argentina, siento ahora, sostiene a ese país desde aca tan lejos, tanta belleza no le pertenece, no es de, ni para ella y si su país ya le quitó mucho, yo reclamo mi rebanada de biffe en este post.

Son odiosas las comparaciones, no obstante, es menester hacerlas para dar cuenta de las irremables distancias de cualquier tipita contra Ana la argentina. En la chamba no encontré nada igual a Ana la argentina. El vozarrón de Estela la hondureña es para desvanecer cualquier tipo de erección. Mi enana amiga Vanessa me relaciona sentimentalmente con ella y me ha dado curiosidad, por lo que compré el manual Como entrar en amoríos con una centroamericana (escrito por una centroamericana) que está lleno de rituales caribeños destinados al amor imperecedero (el que no existe). Por mi flojera, esos truquillos, resultan soeces y de mal gusto.

Margaracha la guatemalteca, y amiga del anterior especimen, es aun más feuca y se ríe cuando pronuncio la palabra "negro". Yo sé que fue ella quien me enseñó el arte de freir hamburguesas, fue mi maestra el primer día, aun así debo estar congraciado con la verdad por dura que ahora sea y más si la bajada de reyes esta cerca, el poco espiritu navideño aun se respira en esta ciudad-carretera. Luego está Francisca la veracruzina, ella me cae mejor aunque un día me pidió reemplazarla en el freezer, pues se moría de frío allá adentro, yo tambien pero tonto caballero acepté y mi corazón casi se paraliza allí adentro. No puedo contra el freezer, soy muy debilucho para él.

Igual, las tres son unas retacas malagracia, no me llegan ni a la tetilla y tienen más fuerza que yo. Sin embargo, confieso que lo que me atrae de ellas, o sea, algo que las tres tienen, que las arrejunta en una sola centroamericana, y les da un brío a sus curvas desmejoradas es que están de ilegales en los Estados Unidos; cualquier momento la policía o el FBI intervienen el McDonalds y las arranca del trabajo como quien se deshace de un bigote malcrecido debajo de la nariz. Ese día, si me toca verlas arrestadas, me dejaré morir envuelto por el viento asesino del freezer, luego de haber llorado gotas de hielo al pie de las cajas de los nuggets.

Natalia la colombiana ya fue porque tiene novio, pasaron juntos la navidad, se van a casar por los papeles pero ella, sabida, lo niega. Hace unos días la odié: quiso entrometerse en mis labores, quiso freir mis hamburguesas. Lo que ocurre en el McDonalds es que siempre debes estar haciendo algo, por mínimo que sea. Si no hay que freir, pues barres, trapeas, refriegas y etcétera de un montón de labores de limpieza que son fulminantes para la lozanía de mi columna. Natalia, si me quita las espátulas, me condena a convertirme en una Chimoltrufia peruana y fregar todo el McD. Eso no es suficiente para dejar de mirarla, se me corren los ojos cuando paso a su lado. Tiene las caderas de Shakira, las piernas de Lucecita, la mirada preocupada de Maturana y quiere la paz en Colombia. Ahí mismo, frente a las brasas, quiero que me cante un Juancito Trucupey, aunque la Sonora Matancera no sea colombiana le saldría bien. Todavia me preocupa que su novio sea todo un Antonio de la Rúa.

Melissa, qué bonito nombre, she is american. Es una Britney Spears luego de haberse empujado todos los mc-chickens que usa la cadena McDonalds por hora (en todo el mundo). Ella fue quien imprimió mi nombre, para llevarlo como una especie de insignia en el pecho. Aun recuerdo, ella me pidió el nombre que, inconveniencias que se vuelven ventajas, me hizo repetir porque no entendió. R - E - I - N - E - R. Fue un spelling cerquita a su oreja derecha, en la que no lleva el aparato que la conecta con el area de Driver Service. Yo me colgué el prendedor con mi nombre tipeado, bendecido poco antes por Melissa, al borde de mi corazón sin darme cuenta que eclipsaba el dibujito de McD y así me fui a freir unas costillas para el crispy-chicken. Acto seguido, muy amable la Britney, me pasó la voz, me llamó a su lado y extrajo, mirando fijamente, con cirujana precisión, usando sus manitas incoloras, la aguja que sostenía el adminículo de mi identificación en mi camisa roja, en mi corazón. Sentí que descosía mi pecho cuando lo hacía, que iba a encontrar mi corazón y su nombre, Melissa, ya escrito en el, dibujado en todo mi sistema circulatorio: perdí por dos segundos la respiración. Luego, lo colocó en el otro lado de mi pechito. Una vez terminada la operación, dió dos palmaditas y me hizo sentir impecable, corregido, con veinte en presentación. Ahora podría sonreirle al jefe de igual a igual, me habia convertido en un latin-american-idol.

Con Carlota, la brasileña que vive conmigo, ya nos perdimos el respeto. Una noche me acusó de haber soltado una flatulencia en la cocina. Lejos de rechazarme, se aventó al suelo a cagarse de la risa y repetir bullanguera la verdad mais grande do mundo OOh eisto demuistra que o pedO es el lenguashe univershal, Jeeeiner. Ella no entra en mis gustos, demasiada voluptuosidad reunida en una mujer, pero su alegría la hace digna de un post que nunca escribiré. A veces no la entiendo mucho y me río solo luego que Vanessa, la dwarf, me explica lo que ha dicho. Vanessa, rebautizada como Mary aquí en Hardeeville, se divierte mucho con Carlota y luego me divierten a mí.

Julieta Venegas, la cajera, a quién no le conozco la nacionalidad, tiene una belleza enigmática, que hay que buscar, que no ves así nomás el primer día de trabajo. No importa de donde venga: ya no quiero investigar ese dato. Nos hemos cruzado un par de veces: fue mi traductora cuando pedía mi refrigerio a Melissa; fue otra vez mi traductora cuando reclamé mi break a Oprah, la negra que controla los horarios y concede los permisos. Por ella comí gratis el primer día de laburo. Alguna vez la besaré dentro del freezer, aunque Oprah nos vea por sus camaras de seguridad. Se vocea por los pasillos infestados de cucarachas del McD que Julieta tiene un romance escondido con (el teniente) Dann, mi amistoso jefe y chofer particular.

Pero Ana la argentina llegó a suelo estadounidense con muchos hombres siguiéndola en el recuerdo, ese maldito. Y esa única tarde con ella me soltó el rollo de sus lunfardos desamores.

Renato Colina fue su último novio legal en Argentina. Nunca supieron, ninguno de los dos, si habían terminado o si seguían, al momento en que ella abordaba el avion de Lan - Chile. Ella guarda la esperanza de que al estar en los extremos del continente se recuerden, se amen, se envien mails calientes y reviva el amor, que dejaron cual barco encallado en los peñascos de algun negro mar. Pero él es un tonto, me explica, cuando la llamó hasta Nueva York lo único que hizo fue perturbarla con los problemas del pasado. No ha cambiado, continua, y su cobardía me mata, no me ha sabido defender cuando más lo necesitaba. No quise preguntar más, sentí que una leona lloraba a mi lado.

Carmelo Galarza fue el último novio clandestino de las tierras de Gardel. Me lo contó sin reparos, sho soy infiel, viste, que sin eso no hubiera podido respetar a Renato, qué sé sho, lo quería más luego de estar con el otro, con Carmelo, me decía bien rica Ana la argentina. Ahí fue cuando nos interrumpió el walkie-tokie que tenía en su maleta. La ayudé a sacarlo porque era un sonido maldito, lo tenía debajo de todas las bombachas y las bolsas de cereal que había traido. Es él, y miró al cielo, lo voy a poner en vozalta para que lo escuchés. Pero Carmelo no dijo nada romanticón o melosón, aun cuando Ana la argentina derramó coquetería por esa pequeña radio a transistores. Es que a mí me gustan los hombres chúcaros, además, este pibe, sabe esconder todos nuestros quilombos y hay total confianza, me da seguridad como no sabés, me aclaró y pasamos al otro.

Rómulo Trebejos fue su primer amor; una relación ahora venida a menos con los años que han pasado. Sus caminos se separaron mucho. A él lo botaron de la Universidad de Buenos Aires, donde estudiaban gratis; ella ha sabido mantenerse porque su carrera de Negocios Internacionales le gusta sobremanera. Sin embargo, un día antes de tomar el vuelo lo vió y, en sus palabras, la pasamos ré-bien. Pienso llamarlo una de estas noches, dijo mientras mirabamos Rocky III en la televisión, pero no soy una boluda, me voy a dar mi tiempo, quiero calentarlo, que sepa que sha no soy tan fácil como de chiquisha.

Con Julián Cárdenas sí se pierde. Vive en Miami y lo considera su amor-al-paso, al que ve una vez al año, por ejemplo, cuando su avión hizo escala en Miami antes de llegar a Nueva York. Estuvieron las cinco horas que duraba el abordaje a la otra nave, besándose y escondidos en el baño del Starbucks, lanzándose lisuras, mentándose la madre, encadenados por sus miradas, entrelazados bailando un tango, como es que disfrutan su amor-al-paso. Vive de ilegal, como todos en Miami, pero ahora se va a casar con una residente sha mayor, sólo por los papeles, así que hay esperanzas, che, se da el aguante Ana la argentina.

Le pregunté si había visto Los Cebollitas de pequeña, y, no estaba tan pequeña eh, vos que te creés, me cantó con su voz. Los brasileños que viven aquí son igualitos al Colo y a Gamuza, me apresuré a contarle. Estan rebuenos, entonces; mas o menos, le respondí. Sospecho que Ugo y Aléx son gays, le mentí: sentía que mi situación no era la mejor si quería conquistarla. Es cierto, siempre se encierran en el cuarto, mentira, yo soy el que dejo la puerta con llave por dentro sin darme cuenta, pero eso no se lo dije. La estrategia no me funcionó. Abrá que volver para demostrarles a esos tipitos lo que son las argentinas, amenazó luego de hacerme elegir para ella a uno de los dos luso-hablantes. ¿Cuál te gusta más para mí? me preguntó, zandunguera ella.

Esa fue Ana la argentina, me dejó retazos importantes de su historia y partió a la mañana siguiente a otra ciudad, estaba de paso. Nadie la despidió, todos nos quedamos dormidos y cuando visité su habitación vacía, esperanzado en encontrar algo de ella, siquiera una bombacha sucia, no había más que un papelito blanco abandonado en la esquina de ese cuarto frío. Salté el desnudo catre donde había dormido y abrí el papelito, tal vez su correo o alguna información sobre ella que me permitiera localizarla, pensé. Pero era, maldita sea, un recibo del McDonalds: la tarde anterior había llenado su vientre hambriento con las carnes asquerosas que estoy condenado a preparar, siempre apresurado, casi quemándome, por todo este invierno boreal.

Ojalá, por un milagro de comienzo de año, que no tiene que ser este necesariamente, todas las chicas del McDonalds terminen acostándose con todos los chicos malos que han pasado por Ana la argentina; y así se cobre justicia contra esos hombres que le hicieron daño, que la han perseguido hasta aca. Esa es mi forma de justicia: que se acuesten, tarde o temprano. Y, si las estrellas existen y no son tan fugaces, me permitan desear que en cualquier tiempo de mi vida, luego de una madrugada olvidable, tambaleándome solitario y ebrio, en algún largo puente de una ciudad inspiradora, sobre algún río apestoso, caminando con mi sombrero de ala ancha, me cruce con Ana, que, en ese momento, dejará de ser la argentina que conocí para volverse la minina que me enseñará el mundo a través de su bello cuerpo desnudo. Esa es la justicia cuando a una chica no le pertenece su belleza.

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Les dejo ahora una cancion movidasa que escuchaba cuando pibe por Uranio15 que agarra bien con el post. Solía alucinar con la chica de la canción. "Dicen que la peruana tiene la cara bonita", canta divertido el bailador. Ya no sé si sólo las peruanas.






PEDIMOS AYUDA: El Melon, participe de este bloJ desde el digno silencio, se ha perdido. La ultima vez que lo vieron fue en un cerro de la Molina, calato y con chupon celebrando el Año Nuevo, fueron sus ultimas señas. Ademas, tiene la barba crecidita y parece un cromagnon. Si alguien sabe de el, les ruego informacion, para mandar una delegacion a recogerlo, no importa su estado de deterioro: es nuestro. La recompensa: un polo amarillo de este bloJ, o un mc-chicken meal que corre por mi cuenta.