martes, 30 de septiembre de 2008

Una Noche EPICA


"Hoy la hago weon, ya vas a ver, tu confia nomas."
Yo hablandole a mi primo antes de saber que es lo que me espera la noche.

Hace unas semanas entre recuerdos de buenas noches de juergas interminables, un dia vivido regreso a mi memoria, estaba con Christian, Roberto, Jose y creo que un par de personas mas y estabamos recordando momentos graciosos y anecdoticos; fue en plena conversacion donde Jose y Christian recordaron lo ke sucedio una madrugada, entre el 24 y 25 de febrero del pasado año.

-Aaala, nunca me voy a olvidar de ese dia en EPICA- los recuerdos de jose llegaron a su mente acerca de esa noche en dicha disco miraflorina.
-Ahhh si si, esa noche fue espectacular, jajaja- Christian recordaba esa noche como si fuera ayer, con lujo de detalles, no pudo contener la sonrisa a lo que yo simplemente respondi.
-Si pues no?!...... si me acuerdo- cada vez que recuerdo algo empezo, con algunas fallas tecnicas pues momentos de esa noche fueron borrados de mi memoria por los efectos del acohol(esta bien, borre cinta!, pero solo en algunas partes) -AAAla fue heavy!- esto me dejo al descubierto.
-Si pues tu tambien estabas no???- me dijo Jose, mostrando cierta duda.
-...- tan solo guarde silencio, la cara de "yo no fui" me delato en 2 segundos.
-Que?! fuiste tu????- una sonrisa emepzo a dibujarse en el rostro de Jose.
-Que?? que paso???- Roberto empezo a sonreir pues se dio cuenta que algo habia hecho ese dia.
-Si pues eras tu!, ala me habia olvidado, es que tenias el cabello mas largo no?-
-Si, claro, era el bailarin exotico- Jose empezo a reir junto con Roberto que no entendia bien.
-Jajajaja, si pues tu eras!- ahora Christian habia recordado mi cara! estaba perdido y le dijo a Roberto.
-Es que este webon estaba en pleno, jajajajajajajaja-

Una tarde de un 24 de frebrero recibo una llamada de emocion para confirmar la salida por el honomastico de una amiga muy cercana de mi amigo de la vida. Algunas horas mas tarde, ya empezada aquella fantastica noche virginal, el timbre de mi casa sono como si lo hubiera estado esperando todo el año, no pude resistir las ganas de bajar desde el 3er piso d mi casa lo mas rapido posible, estaba terminando de arreglarme para poder salir, era un dia que espere como si fuera la ultima de mi vida; ya habian pasado muchas noches de fines de semana en las que me la pasaba marmoteando en mi cuarto, prendido al televisor o escuchando mussica, sin nada mas productivo que hacer, asi que de un momento a otro me vi arreglado hecho todo un galan de telenovela mexicana, bien bañado, cambiado, talqueado y pefumado, listo para parrandear y cazar feminas. De un momento a otro la puerta se abrio por al actuar de mi mano, ahi estaban algunas feminas amigas de mi pata con una persona nueva no conocida por mis ojos, una muchacha con un semblante pacifico y sociable que parecia tener escondido detras de esa sonrisa agradable, un caracter que si entravas en terrenos desconocidos te podia ir muy mal, sin embargo haciendo caso omiso a este ultimo pensamiento y siendo cortes, salude con una sonrisa. Luego nos dirijimos a la sala d mi casa para empezar con los previos, pues no podiamos ir a empezarla y aburrirnos al inicio de lo que pretendia ser una de las noches mas divertidas y de la ptm que tendriamos en tiempo, total era por el cumple de una chica que ahora es una de mis mejores amigas.

Ahi nos conocimos esta pequeña nueva amiga, de un fisico en particular, un tanto atractivo, pues no pienso dar detalles mas que tenia y aun tiene unas caderas de tamaño expectaculares; las cuales son junto con el andar peleado con una ex enamorada de la epoca y la conversacion tipica de nuevos amigos que se van conociendo con sonrisas por qui y por alla lo que hizo que las bromas de nuestros amigos nos hagan pensar que algo pasaba entre nosotros esa noche.

Una vez dentro del local tragos van tragos vienen, baldes vienen y se vacian, hielos de los valdes llenos de alcohol masticables por las personas que van entrando en cierto grado de alcoholismo, ademas del sentimiento de "soy el mejor pata" ya que me acerque donde el Dj del local que estaba tocando en vivo desde la radio para pedirle que le mande saludos a mi amiga en vivo para que too el mundo sepa que es su cumple, todo eso junto con cierta caballerosidad demostrada y algunos guiños de chicas de la mesa de al lado, creo que fueron fundamentales para que de un momento a otro ya subida la noche cuando aun era virgen, que la impresion que daba ya era mucho mejor, no solo era el parador del trago sino que ademas tenia jale y era el mejor amigo del planeta,......... senti una mano en medio del sonido del ambiente y de las risas de amigos era mi muñeca la que era sujetada de un momento a otro senti un jalon que me levanto inesperadamente del asiento para ir corriendo a la pista de baile, en el camino me tope con un par de amigos ke me enseñaron sus pulgares hacia arriba y alguna chica con cara de decepcion pues estaba saleindo con otra chica que no era ella, pero sin embargo en ese momento le di gracias a mi nueva amiga, pues necesitaba bailar para poder descargar toxinas.

La musica era fenomenal, justo las canciones que me gustaban, ademas que esas caderas se movian muy bien, por suerte todavia un tanto sobrio mas no ebrio, mis piernas podian moverse al compas y defenderme como se acerlo, me gusto mucho la pareja de baile, pues podiamos movernos bien a nuestro antojo y no habia ningun mal paso, nos entendiamos muy bien y sonreiamos y soltabamos algunas palabras, pasamos por la salsita sensual, bailando pegadito, todo esta muy bine, la estaba pasando de lo mejor!, hasta el momento en que escuche aquel susurro que en principio me encanto pues em leno feeling de es salsa sensual que bailas pegadito con tu pareja de baile de manera un tanto insinuante escuche tan solo "me gustas mucho, me siento bien contigo", me senti genial espectacular, de mil maravillas, hasta que me di cuenta que era mi nueva amiga recien conocida a lo que solo atine a responder.

- No podemos confundir las cosas mejor no, es decir mira, tu y yo, como que recien nos conocemos y bueno....-

Unos labios suaves y carnosos una lengua que jugueteaba de la manera mas sensual los fluidos salivales mesclandose de una manera particular mientras las manos de ambos acariciaban nuestras espaldas, poco a poco sentiamos comolos cuerpos estaban mas apretados y las fuerzas de los brazos ya no daban para apretarnos mas, pero sinembargo sentiamos como se daba el maximo esfuerzo para poder sentir no solo la respiracion agitada y los dedos juguetones por entre la espalda baja las piernas intercaladas aprentado las entrepieranas del otro, asi al rato, como unas tres canciones segun yo decidimos para pues pensamos que estabamos llendo muy lejos, pero aun nadie nos miraba, todo habia sido solo para nosotros, en un instante nos dio un cierto aire de autoculpabilidad, de verguenza talvez, no lo se, ni tampoco queria saberlo, tan solo nos abrazamos durante la ultima salsa, pues lo que seguiria de esto seria un famoso reggaeton, asi que pasamos a tomarnos de la mano para separarnos y decidir, finalmente... seguir bailando.... en un punto de la cancion, nunca entendi el porque, empezo a subirme el trago, sus movimientos de caderas hicieron que poco a poco la intensidad de los demas movimientos sean mas fuertes, mas sexuales; una pierna mia bien clavada entre las suyas, con una d mis manos sujetandola por la cintura, mientras ellas relajaba una de sus manos en mis hombros y la otra en mi nalga derecha, no falto la tipica posicion de baile en la que ella me da la espalda para hace movimientos continuos con sus caderas de atras hacia adelante donde rozaba tu descomunal trasero con mi ya presente parte del cuerpo, (de verdad lo siento pero me pidieron que explicara al detalle este post asi que.....) luego de esta forma tan insinuante de bailar, no pudismo resistirnos a besarnos, mas canciones provocativas llegaron, besos, pasban mientras las canciones sonaban, manos inquietas me tocaban y por su puesto yo me permitia darme el lujo de tocarla tambien, sin embargo habian momento de poca lucides, donde solo llegaba a pensar en que estaba siendo no solo el centro de atraccion de mis amigos sino tambien de toda la discoteca , pues veia de reojo a las personas no solo mirandonos sino metiendo sus ojos bouyeristas entre nuestros cuerpos, me senti la persona mas observada del planeta, y eso, me encanto.

No pude dejar de moverme, no pude dejar de pensar en todas seas miradas que podian percibir y posiblemente sentir lo que yo sentia en ese momento, era como una porno en vivo, era mas que un baile para ese entonces, eran las caras de asustadas de algunas chicas tratandode taparse los ojos en los cuerpode de sus enamorados los cuales veian nuestro acto como enfermos sexuales mirando a travez de su monitor un video porno de una parje gracias al milagroso invento de la webcam, lo que me hacian darme cuenta de lo que ya estaba pasando; practicamente al centro de la pista de baile, estabamos tratando de movernos al compas de la musica mientras nos besabamos de manera incontrolada, su mano derecha estaba hacia ciertos movimientos continuos dentro de mi pantalon mientras de la mia formaba circulos con los dedos dentro del suyo en ese momento preferi cerrar los ojos pues no sabia como librarme de esa situacion, sentia panico, temor, si me movia de mas o si reaccionaba en ese momento alejandome de ella, todo el mundo veria mi rostro, seria reconocido por muchas mas personas de las que de echo se deben acordar de ese momento, asi que trate de pensar que hacer........

Un golpe contra una de las columnas del lugar me hizo reaccionar, me habia empujado hasta llevarme a un lado de la pista, lamentablemente ese fue el lado equivocado pues ahora nos encontrabamos apoyados en una columna que no era mas que el extremo de una barra que separaba dos ambientes donde las personas, mas bien dicho nuestros amigos, ya se habian acomodado para ver el espectaculo, de hasta ese entonces, un par de desconocidos. Ya habiamos pasamos por muchas "posiciones de baile" parecia que nos tomabamos muy a pecho los concursos de reggaeton de esos donde la gnte no solo hace lo que nosotros hicimos sino tambien se desviste, ella paso de estar abrazandome por la cintura con sus piernas a estar parada en un pie, mientras yo sentia que el broche de mi pantalon no estaba en su sitio, ya podia sentir el ardor en mi esplada por los rasguños provocados por el extacis de mi nueva amiga y tambien los dientes marcados en hombras brazos e inclusive uno en el cuello, mas no hubiera podido darme cuenta de todo eso si es que no hubiera cometido uno de los errores mas grandes de la noche, ceder ante la sed, tan solo basto con sentirme la persona mas sedienta del planeta para estirarme un poco acia mi derecha y robarle de entre las manos un vaso con vodka (creo que fue Jose) y dejar mi rostro y el de ella al descubierto. No demoraron los gritos de algunos que me alentaban y me decian que le regalaban trago al campeon, lamentablemente no me sentia un campeon, aunque tampoco niego que si estaba excitado, cachondo, guarro, horny, calenton, y todo lo que quieran; y cometi otro error, no basto con que se me subiera el trago que ya habia tomado y que porfin botaba las toxinas y estaba regresando en mi, sino que tuve que tomar ese otro vaso de vodka para que me chocara no entiendo los motivos, para poder pensar acto seguido a donde me iba a meter con ella, pues su propuesta no se hizo esperar luego de ver a nuestros amigos alrededor.

-Que roche, nos estan viendo..... mejor vamos al baño-
-Estas segura?- pregunta que nose porque siempre repito sea el momento que sea.
-Si vamos al baño-
-Ok, vamos al de hombres- estaba mas cerca y no me iban a botar a patadas haciendo escandalo.
-No, mejor al de mujeres-
-Esta bien vamos...- no me importo nada en ese momento, hasta que ya a unos centimetros de la puerta.
-No mejor no, aunque, mejor al de hombres...- ya estabamos regresando a nuestros cuerpos, el efecto del alcohol y el aire nos habia sacado de la calentura y de pronto paso lo que no me esperaba, de un momento a otro escuche.
-Oie webon onde tabas, te taba buscando, Gilda ta mal, ta que quiere wuitrear- desperte de inmediato, no podia dejar a mi amiga dueña del cumple sola y hasta su culo.
-Vao weon....- ya unos pasos mas alla, ya habiendole dicho a mi nueva gran amiga que Gilda taba malaza, que me disculpara que ya regresaba..- Uta mare weon, onde tabas que no me avisaste antes-
-Me acabo d enterar, taba con una flaca en la mesa, ptm creo ke se me va a escapar..- luego de esto fui a ver a Gilsa estaba muy mal, asi que decidimos retirarnos, con Carlos y la susodicha nos fuimoa y las dejamos en sus casa, para mi suerte la casa de ella esta a un par de cuadras de la casa d una tia que frecuento bastante, aunque despues de eso solo me la cruzo de vez en cuando, no hablamos mucho, pero asi son las cosas no?.....


Esa fue una d mis noches virgenes del verano del 2007 y hay algunas otras mas para contar, ya habran mas historias y mas noches, y supongo que la encontrare de vuelta, claro al dia siguiente me odie por no haber concluido nada, pero fue una noche llena de sensaciones al maximo.


lunes, 22 de septiembre de 2008

De la selva, su encanto

“La noche esta en todo su apogeo”
Ricardo a las 3am, tratando de convencernos de continuar la aventura en el concurrido Agricobank.


Comenzaba un día más en la calurosa ciudad de Iquitos, la cual me albergaba ya hace 3 días con mi primo Antonio. Ese sábado nos despertamos al parecer con la intriga de comprobar esos mitos que giran en torno a esta orgásmica ciudad.

Fue así que decidimos planear nuestro itinerario desde la mañana, luego de nuestro habitual desayuno selvático, compuesto por unos espantosos tacachos (calentados de un día anterior y que generaban en mi una digestión similar al de los frejoles de menú de luca del centro de Lima) acompañados perfectamente con el tan refrescante aguaje, el cual a veces era reemplazado por algunos de los brebajes alcohólicos afrodisíacos, causantes de ese afán por salir a experimentar todo lo que nos podía entregar esta ya mencionada ciudad. Sin muchos rodeos nos sentamos en la sala con una hoja y un lapicero antiguo, una de las tantas antigüedades que vendían en la tienda de la abuela de mi primo, que albergaba en su humilde morada a estos dos Indiana Jones, inquietos por la idea de salir a reventar todo nuestro billete en una sola noche.

El plan era más que obvio, asi que nos enfocamos a decidir como empezaría esta travesía. El primero en sugerir una idea fue Antonio, aduciendo que era el mayor y que debía de tomar la iniciativa, la cual fue aceptada por mí con mucho gusto. Esta idea era la de internarnos en un night club, pero no cualquier night club este tenia el nombre de Emmanuel, pensando de manera inocente que encontraríamos damiselas de la misma corporeidad que las del ficho night club limeño del mismo nombre. Esta idea me parecía de lo mas inquietante y optima para empezar y romper con el hielo de inocencia que hasta ahora llevábamos en esta pequeña ciudad pero con muchas cosas por describir, en especial esa noche que no termino siendo nada virginal. Continuando con la elaboración del itinerario, pensábamos en cual seria nuestro próximo paradero, cuando de pronto escuchamos la voz de la abuela de mi primo. La señora Juana nos conminaba a pasear por Quistococha, lugar al que no debe ud. lector perderse cuando viaje a Iquitos, ya sea por turismo o por alejarse del jodido y bullanguero trafico limeño, consecuencia de las obras viales que nos apremia nuestro “queridísimo” alcalde Castañeda Lossio.

Ya había caído la tarde y nos preparamos para ducharnos, cambiarnos y salir en nuestra travesía luego de un placentero tour por Quistococha. Nos preguntamos (zúmbalo bananón estas pensando lo mismo que yo??...si bananín) si lo mejor seria dejar que la noche iquiteña nos llevara, como el viento lleva los cabellos de una rubia manejando su meche convertible por la javicho. Sin embargo igual decidimos comenzar con el tan esperado Emmanuel.

Esta historia se empieza a poner mejor y mas calenturesca. El mototaxista que nos condujo hasta ahí nos recomendó que luego de este lujurioso club nos dirijamos a la discoteca Noa Noa. Con cierta timidez nos adentramos en este local recubierto por luces de neón, con la misma timidez de un cachimbo en su primer día de clases. Éramos los únicos sementales en todo el local (seria porque eran aun las 8 de la noche). A pesar de ello el anfitrión menciono a la primera sandunguera en salir al ruedo: “Señores me es un gusto presentarles a la mujer que mueve las caderas de una manera singular, la mujer que puede hacer de sus noches las más inolvidables y con un apetito sexual incontrolable… con uds. Jessabella la diosa del sexo”. No había terminado de pronunciar esta recurrente frase cuando empezó a emanar humo y con poca visibilidad se podía ver unas largas y bien proporcionadas piernas, era la diosa del sexo que venia hacia nosotros con una mirada de deseo que me dejo casi hecho un huevón. Luego de ese baile tan bouyeresco ya presentaban a la próxima señorita meretriz, esta vez el señor de voz rasposa pronunció: “Es conocida ya por ustedes (que carajos si es primera vez que entro a este puto lugar) es una loba una tigresa ella destroza todo hombre que se le cruce por el camino, maestra de la conocida traga sables, con uds. la reina de la noche Mónica, la que los dejara tan ardientes como el sol”. Esta lady salió ya desnuda como una fiera directa a nosotros se abalanzo sobre Antonio sentándose en sus piernas y gimiendo como si estuviera teniendo sexo con mandingo. Yo aun sin saber que pensar aturdido y como dirían mis amigas de la universidad “pipilectico”, miraba con deseo ese acto que parecía sacado de una película. Habrá sido tal vez ese instinto sexual de la tigresa, que se dio media vuelta, me miro y como una gata salto hacia mi tomándome de los pelos y restregando mi cara entre sus dos grandes delanteras. Yo estaba al borde del éxtasis, por fin me sentí como Rocco (actor porno que todos me imagino conocen).

Habiendo finalizado ya el espectáculo Antonio y yo nos retiramos con una gran sonrisa, con 30 soles menos cada uno y con el pantalón en forma de carpa. Acudimos sin pensarlo a la discoteca ya antes mencionada Noa Noa sin antes ir a recoger a Carmen, prima de Antonio, que nos acompañaría. En esta discoteca la pasamos genial cogiendo a toda mujer boa que se nos cruzara en el camino. Así pues, llegaron las 3 de la madrugada entre cerveza, baile y mucha lujuria. Ya habiendo esparcido por toda la discoteca nuestras ansias sexuales y exhaustos también enrumbamos ahora a dejar a Carmen en su morada. Ya nos estábamos despidiendo, cuando de pronto salio por la ventana el hermano de Carmen, Rodrigo, y al lado su enamorada en brasier, el cual lucia muy bien sus pronunciados senos, tratando de convencernos de seguirla en un concurrido local llamado Agricobank. Nosotros nos miramos y pensamos primero en nuestro físico a lo cual respondimos que ya era tarde y teníamos que dormir, pero Rodrigo insistía: “Vamos la noche esta en todo su apogeo” (la noche?? me dije ya estamos de madrugada) pero lo que nos convenció fue que la enamorada de Rodrigo nos propusiera presentarnos unas amigas, ese fue nuestro talón de Aquiles para aceptar la tan descabellada propuesta.

Arribamos en otro mototaxi, los cuales abundan como ratas de alcantarilla y hasta canciones alusivas a este transporte selvático. Lo primero que se me vino a la mente al ver el tan cotizado lugar eran los locales de los conos en los cuales se presentan diferentes grupos tropicales. Sin embargo, seguidos por la propuesta de María, la enamorada de Rodri, entramos. María con un simple silbido llamo a dos de sus amigas que estaban ya sazonadas, las dos muchachas se acercaron mirándonos a Antonio y a mi, cual brichera le tira lente a un gringo. María no había terminado de presentarnos y estas mujeres, que de por cierto un poco malcriadas de carabina, ya nos estaban sacando a bailar esas canciones que merecían de un baile poco cortés. La acompañante de Antonio era una loba total, en la primera pieza de baile ya le pedía un saliviento beso, a lo Raúl Romero, regalito que no quiso aceptar. Por otro lado mi coleoptera se contorneaba y restregaba mi mano entre sus entrepiernas. Antonio y yo nos sentimos violados, al igual que Lucy Cabrera por Max Álvarez, por lo que decidimos retirarnos.

Ya en nuestros lechos, no pronunciamos ninguna palabra, el cansancio y la sensación de haber sido ultrajados, pudieron más que las ganas de contar o no se si reírnos de todo lo que habíamos pasado. Fue una noche que nunca olvidare, una noche llena de piernas, tetas, gatas sandungueras, cerveza, esas noches que solo se pueden vivir en esa ciudad lujuriosa y que no pertenece a ningún país europeo visto en el programa WILD ON, le pertenece señores y señores a nuestro querido Perú.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Clásico es amarte

"A oriente, 30 joven sino nada nada …ya ya 27 rápido ya ya lleva nomás al toque"
(Carismática revendedora de la puerta del estadio Lolo Fernandez)







Desperté tarde ese día; y, claro, si vamos a hablar de noches vírgenes es porque la exploramos toda y, como consecuencia fatal, el día siguiente se nos hace corto.

Te llama tu "costilla", abrí los ojos gracias a esa frase adánica de mi tío el borrachín. Era Samantha de las Casas, la chica que vive arreglándose los cabellos porque ninguno le queda, o porque no entiende que al cabello hay que dejarlo ser, qué viva tranquilo y sin chuchumecos mal hechos. Nadie mejor que tú, Samantha, para no dejarte tocar los cabellos. Quiero aclarar de entrada, a mi poca audiencia, que Samantha no es mi costilla, ni mi media naranja, ni mi peor es nada, ni mi tú-ya-sabes-qué. Yo, más bien, quiero casarme con su hermana Débora Carmesí porque me conquistó por el único lugar que no creía que se podía conquistar a un hombre: el estómago, un tío Bigotes y listo, a tus pies, mamita.

Dicho esto, Samantha me conminaba a estar sin demoras a la una menos quince en el paradero de la Católica. Acepté. Ella me pidió que llamara a Christian para rogarle que esa tarde nos saque a pasear en su carro. También acepté, porque las tareas de humillación me las dejaba siempre a mí y yo las hago porque es una forma de consolarla por las veces que me porto mal, que cometo desmesura en mi uso del dinero para con ella (pero, aclaro, a Débora Carmesí sí le bajo el cielo si me lo pide, no importa cuánto cueste).

Llamé a Christian Vega, integrante del staff masculino de escribidores de este bloJ todavía en forma de feto. Le dije una mentira que Samantha había preparado pero él no se conmovió. No nos quiso pasear en el carro. Y no es que esté obligado a hacerlo cada domingo que se nos antoje, no, Samantha y yo no somos esa clase de vividores (pero nos gustaría serlo, por eso necesitaremos un chofer allá en Sannibel, en unos meses, cuando nos vayamos a "trabajar" ¿Quién será?) sino que esa tarde nos íbamos los tres, mosqueteros, al Clásico del futbol peruano. Sí señor, grones y cremas --el burro cagón por delante-- peleaban esa tarde calurosa, en Ate, por el honor --ya que no peleaban por la punta, como se supone que están acostumbrados--. Es sabido que los accesos a ese estadio de la U se restringen cuando hay partido por lo que el bólido verde de Christiansiño nos hubiera sido de una ayuda tan monumental como el estadio mismo. Además, el futuro cuñado de Samantha, y por tanto mi clásico rival, Dante, nos iba prestar la cochera de su casa en La Molina. Sus papis le negaron el permiso para sacar el carro y fue así que, ahora, nos encontrábamos los tres desparramados en el asiento último de un micro de la línea 47.

La cosa estaba muy fea para mí. Samantha y Christiano habían nacido aliancistas y yo recién me hice crema a los 8 años cuando vi a la U campeonar en 1998. Así que yo, consciente de mi minoría y defensor de la democracia, iba a aceptar si me llevaban junto a los aliancistas, o en medio de ellos (pero no debajo). Ya me imaginaba vitoreando las arengas que cantaba la Trinchera Norte desde alguna zona sitiada por el Comando Sur de Oriente, como un infiltrado molestoso que estaba buscando que lo golpeen.


En el micro íbamos tranquilos hasta que empezaron a subir personas con fachas de ser "gente ponedora de la barra" de uno de los dos equipos (no sé de qué barra, ni sé qué ponen, pero en fin). Uno, el más gordito, logró ver las entradas que yo tenía entre mis dedos por lo que las escondí en el bolso acangureado de mi polera. Cuadras más allá, subió una pareja, aparentemente feliz. Ella era bonita y tenía ojos verduscos. Pero él parecía un futbolista con pinta de marciano. La chica se sentó y el quedó parado por lo que pude ver sus piernas delgadas y fibrosas de peloterazo. El marciano vigilaba, miraba algo, la calle, no sé. Hubo un momento que nos pusimos a hablar del ex-ex-ex de Samatha, Raphael. Que la tenía chiquita, que era un mujeriego y peleón, que cada noche de sábado se tiraba a una virgen sin condón, que era un borracho y coquero hasta el cien y otras barbaridades que se dicen para cuestionar la heterosexualidad de las personas, hasta que, como si lo hubiéramos convocado, él apareció. Apareció Raphael pero él no nos vio. Estaba apoyado en el paradero del Jockey Plaza, muy bien vestido, como para una fiesta, al parecer, esperaba a una chica. Pero ¡no!, esperaba, como nos dijo Samantha, al ex-ex-ex-ex de ella, Jayson, para irse juntos al estadio de mi equipo. Yo pensé, qué bonito, sus eXs se vuelven amiguitos, forman clubes de desamparados sin rencores por la chica que los unió, mi amiga Samantha Ohhhhh. Dos miembros de ese club de Desamparados sin Rencores (Desire) se iban a Sur a dejar sus gargantas seguramente; gargantas ya exploradas por mi amigacha.

Nos bajamos, junto a los hinchas, el marciano y su novia, en el Ovalo que está más cerca al Estadio (esa zona está llena de óvalos). La reventa no se hizo esperar. Tenían fajos que alcanzaban para llenar otro estadio. Mi entrada costaba oficialmente S/.21, pero yo la había conseguido a S/.27 días antes. En el estadio, ¡ay! costaba S/.25. Dos soles de diferencia que, como se verá más adelante, eran demasiado dinero.

Caminábamos y sólo se veían camisetas azul y blancas alrededor. De pronto, como una centella de luz, una gorda emergió desde atrás esquivando a los revendedores y policías que conversaban y le estampó un golpe seco en la nuca a la novia del marciano. El marciano pensó, tal vez, que algún hincha desbocado había atentado contra lo que luego del partido sería seguramente su "postrecito" y volteó en posición matonasa a defender su "postrecito". Sin darle tregua la gorda gritó ¡Así, así te quería encontrar, tramposo! Hasta el hincha más cavernícola entendió qué pasaba ahí. El marciano era un infiel que había llevado al clásico (¡qué romántico!) a su Trampa de ojos verde amazonía y había sido pillado por su esposa o conviviente oficial que le reclamaba con golpes la traición. El hombre, muy hombrecito para engañar a su mujer, ahora, temblaba de miedo porque sabía --como se notaba a simple vista-- que su mujer le haría pagar eso con su sangre azul de marciano --o de aliancista que creo era--. La mujer no era gorda, estaba embarazada y no sólo ella perseguía al marciano, sino que, detrás, corriendo casi sin saber porqué, venía su hija que le calculo 6 años de edad. Ella, que gritaba mamá, mamaaa nooo mama, sujetaba un peluche marrón (que indicaba que ella no debía estar ahí, que su mamá la había quitado de sus juguetes para perseguir al padre tramposo). Esa fue la nota triste e inentendible de la tarde. Al final, perdimos de vista la persecución.

Cuando entramos al estadio vimos que la tribuna oriente estaba repleta de cremas, con uno que otro infiltrado azul, todavía miedoso por su minoría. Quedé feliz, no sólo por estar rodeado de cremas sino porque estábamos cerca a la tribuna norte que, luego de unos minutos, reventó anunciando que el campeón en la cancha ya estaba.

El partido fue aburrido y la fiesta se armó desde las tribunas. Samantha, azulona como ella sola, me acompañaba en algunos cánticos cremas porque el Comando Sur, reconoció ella, estaba calladito. Sin embargo, cada cierto tiempo había una escapada merengue o una arremetida azul que nos hacía abandonar los asientos para saludar a la sacrosanta madre del que fallaba el gol. De penal, Candelo terminó con la virginidad del arco grone. Gol de la U!! GooooL! Se lo grité a ella y a Christiano en la cara. Ellos tuvieron que soportar mi aliento a pan-de-dos-lucas en sus narices. Retozando de alegría, sobre la tristeza de mis amigos caídos, y cuando tenía los brazos en alto en señal de victoria, algún desaforado individuo dejo caer su saliva en mi mano. ¡Qué puntería!, pensé. Tuve que limpiarla y fue en vano que buscara con la mirada quién había sido, seguro cayó del palco, me consolé. Ojala esa puntería la tuvieran tus delanteros maldito cagón, seguí pensando aun de pié.

La pelota volvió a rodar y Samantha todavía se reía de que mi mano izquierda tenía una especie de sopa burbujeante cuando un pase largo que ya parecía desorbitado e inofensivo fue conectado con la testa por un melenudo jugador y GOOOOL!! de Alianza. Ahora, Christian y Samantha me pisaban, me golpeaban, no me soltaban del cuello por conectar bien sus bofetadas, pensé que me querían asaltar o matar ahí mismo, prefería morir escupido que por una masacre de estos dos cagones, que mis amigos eran, creo. Hasta antes de ese momento había sido extraordinario que la U vaya arriba con diez jugadores. Estábamos demostrando la garra que muchos nos imputan. Ese gol del empate fue la punta del iceberg, para mi equipo y para mi cuerpecito.

Dos minutos después del empate, un morenito jugador se descolgó de la marca a presión que lo asfixiaba y colocó a "la pecosa" lejos del arquero. GOOOOL!! Recién me levantaba y de vuelta me plantaban en las gradas multicolores de oriente. Christian y Samantha volvían a arremeter contra este hincha pero esta vez con golpes en el estómago, del primero, y codazos en la espalda, de la segunda, que me hicieron votar la coca cola por las narices y rodar tres gradas abajo. Cuando volví a mi posición me quedé parado porque no lo podía creer, nos habían volteado el match en nuestro propio estadio. Un señor de atrás no soportó que le tapara el paisaje y espetó siento!...siento! y nos sentamos porque nos había querido decir asiento! asiento! pero de una forma muy original que había que premiar obedeciéndo(siento!siento!). Bueno, yo también lo siento porque perdíamos y no por cualquier equipo, no el Wanka o el Boys, hasta Cristal ya pasa, pero ¡ay! Alianza, el clásico rival manchaba mi estadio con dos goles en menos de dos minutos que dejaron alelado a medioperú.

Salimos minutos antes que acabe "el encuentro". No me gusta salir con el partido en caliente (me sublevan esos hinchas que no tienen fe en que un Fano aparecerá al último minuto) pero nuestra seguridad estaba en juego así que salimos corriendo escandalosamente. Sin embargo, la derrota no me ofuscó, me consolé pensando que era un partido de futbol y nada más, así que con gran parsimonia compré un sanguche a la volada --había bajado su precio a la mitad-- y, como un niño perdido en una feria, miré a todos lados y mis amigos aliancistas no estaban. Me abandonaron, cagones tenían que ser, llegué a pronunciar, antes de empezar a correr para alcanzarlos. Como el estadio está encerrado en el cerro Puruchuco, y la salida por la av. Javier Prado estaba reservada para la gente de sur y occidente (en su mayoría, grones) sólo nos quedaba bordear el cerro y bajar por la carretera central, que no sabía que estaba por ahí.

En el taxi, quise cerrarme con el dinero para pagar menos y que ellos, de tan alegres, pagaran la mayor parte. Pero Samantha, con su olfato bien entrenado para los atracos, olió el último billete que escondía en un bolsillo poco secreto de mi billetera y terminé pagando injustamente, casi todo el monto. En el micro, veníamos dormidos y en la av. La Marina se nos acerco un desadaptado ramplón, pero desnutrido, y nos pidió flaco, suéltate un sol o te hago daño!, pero no logró nada porque Christiansiño se le plantó con valentía apuntándole con su arma más poderosa: su culo inconmensurable. (Amigo lector, este es un dato que no puede pasar desapercibido si es que quiere considerarse seguidor de este bloJ. Es sabido, en toda la facultad, que míster Christian maneja unas más grandes pompas que la última Miss Mundo).

Los pies ya dejaban de responderle a Samantha que no está acostumbrada a caminar tramos tan largos. Así que fue la primera en despedirse. Subida en la combi de Orión desapareció entre tanta combi por Plaza San Miguel. Christian me acompañó en mi caminata hasta la av. Bolívar a tomar mi micro de la línea 18 y en retribución no lo deje hasta que sea él quien tome primero el carro a su casa que pasaba por la pista de enfrente. Él fue el segundo en irse, así que quedé yo sólo en medio de la noche de domingo. Subí a mi micro y quise dormir pero un morenito, alegre por antonomasia, me llamó la atención porque gileaba con las chicas que se sentaban a su costado con la ilustrada ocurrencia de "tienes hora, amiga?".

La noche aún era virgen pero me importaba un comino, bastante había tenido con la derrota crema, yo sólo quería dormir porque me lo reclamaban mis callosos piececitos. Tal vez, podía sorber un poco más de la sabiduría que encierra, en la oscuridad, la noche limeña. Pero, ahora, prefería la luz de mis sueños nada virginales que le procurarán más acabada forma a este blog que ya sale de su estado fetal.