
-Yo, días antes confirmando mi presencia al viaje-
Habían pasado casi once años desde la primera vez que pise las instalaciones de mi cole, muchas cosas sucedieron en ese tiempo, tantas historias, que a veces se me hace difícil recordar las mas memorables. Solo nos quedaban tres súper eventos como escolares, como promoción, como uniformados de camisa corbata y chompa escolar: el viaje de prom, la fiesta de prom y tan esperada graduación y todo seria felicidad fuera del colegio. Ja! eso es lo que todos pensamos hasta que nos topamos con la realidad.
Me encontré un día solo triste y abandonado por mis creencias y los juramentos que me hice para no ir al viaje y a la fiesta, pues no me gustaba para nada la gente que me rodeaba en el cole, solo paraba con un grupo de cinco o seis, a los cuales, no me quedo otra, que confirmarles mi asistencia al viaje pues mi madre, sin comentármelo, ya había pagado todos los gastos sin si quiera saber mi opinión. Simplemente arregle mi ropa, pues como decía todo el mundo: "En Cuzco hace mucho frío! lleva ropa que te abrigue, no queremos recibir muertos". Suerte la mía al no hacer caso a estas palabras, pues apenas llegamos sentí el calor infernal de dicha ciudad, solo lleve polos y un par de chompas delgadas que amarraría a la cintura, para cuando regresáramos en la noche.
La elección de las habitaciones fue impuesta por nuestros tutores y unas cinco madres de familia que fueron con nosotros, aunque estuvieran ellas y nos separaran de cuartos, esto no seria motivo para no divertirnos como lo teníamos planeado. Algunas horas de mate de coca mas su respectiva chacchada fueron suficientes para que un primer compañero llegara con pelota en mano para jugar una pichanguita en la entrada del hotel, donde muchos compraron los típicos pantalones rayados, yo nunca me compre uno de esos, sin embargo ahora tengo uno en mi cuarto, el cual solo me trae una sonrisa hasta que sale a flote el remordimiento. Salimos de tour y luego regresamos a las habitaciones, tomamos algo de licor mientras terminábamos de instalarnos, reconocer los cuartos, y los cuartos de los adultos responsables de nosotros.
-Weon apura esconde todo!!! Csm! están pasando por los cuartos a decomisar el trago!!!!-
-Estos jos 'e puta! ya sabia ya!-
-No se preocupen! calma!-
-Que hablas weon! acabo de ver como han botado todo un Pepe Cuervo x el water!-
-Ya esta todo pensado.....- luego de estas palabras y rostros de sorpresa, vimos como debajo del ultimo cajón de la cómoda había espacio suficiente para poder esconder las botellas.
-Mierda! eres lo máximo weon...-
-YA rápido! toas las botellas aquí, al toque que ya están al cuarto de al lado!!!- ni cortos ni perezosos, los cuatro rones, el tequila, las dos de vodka, dos piscos, un vino y doce latitas predestinadas para esa misma noche durmieron unos minutos debajo de la cómoda y de nuestras ropas.
-Muy bien muchachos saquen las maletas que vamos a revisar si tiene algún tipo de licor!-
-Asu! que profe ya no confían en nosotros???-
-NO! no es eso, sino que las madres que han venido no quieren excesos-
-Ah ya profe, pase nomás aun no hemos comprado nada- mas risas llenaron el cuarto.
-...- la inspección "a fondo" empezó y termino tal cual.
-Muy bien chicos, me parece bien que aun no hayan comprado licor-
-No se preocupe profe, nosotros avisamos y si quiere un poquito avise nomás!- este sonrió, se fijo que no hubiera nadie y decir "a mi me gusta el vinito chicos, me avisan!"
El segundo día luego del licor decomisado, cayeron los primeros "pollos", algunos vómitos de mas, sin mencionar alguna roche de individuos corriendo calatos por los pasillos, los intercambios de licores entre cuartos, los que no ponían nada y se pasaban de cuarto en cuarto, mi pata que se preparaba sus sopas instantáneas en el baño, el que se ponía triple media por el frío, mi pata que desde el primer día estaba enfermo y así se la pasaría todo el viaje por correr a quitarme el mejor asiento del bus, los tours en la tarde mas sus respectivo paseo por los mercados, las fotos por todos lados, las escapadas a comprar pucho y afanar a las chicas que se escapaban de otro cole, los tres patas que se perdieron todo un día por estar de "bricheros", el que lo dejaron de casualidad en alguna de las ruinas que visitamos(lo recogieron luego de 40min. pues nadie se dio cuenta que no estaba) y muchas otras anécdotas talvez no tan extrañas o graciosas como las mencionadas.
Hubo sin embargo una noche en la que particularmente no quería salir, talvez porque estaba aburrido, o porque no quería asistir a la disco, en la cual solo habrían chicas de otro cole a las que no quería ver por un problema que tuve con algunas y la mala reputación del resto. Baje las escaleras tranquilo, tenia todo el tiempo del mundo, simplemente fui hasta el lobby y me senté en ese ambiente de luces bajas, donde pensé por unos segundos que estaba en la calidez de mi hogar, en mi sala, donde pasaba mucho tiempo leyendo, aquellas horas incansables tomando una taza de café filtrado o un buen vodka frío en vaso de vidrio helado, acompañado con un cigarrillo. Pronto regrese a la realidad, no tenia mas que un tazón de café instantáneo de la cocina del hotel y un Lucky Light.
-Oe bulbasaur! no vas a ir????-
-No, este creo que se queda no???- mi respuesta era obvia, no me había alistado para nada.
-No nica, no voy, hoy quiero descansar, disfruten por mi-
-Uuuuuta ya vez weon, no sotees la noche pues!-
-No enserio hoy no!, además aun queda mañana ahí si nos destruimos!-
-Como digas pues, ya nos vemos, con suerte salimos premiados! así que no nos esperes despierto! jajajajajaja-
-vayan vayan, ya veré que hago por aquí...- esta ultima frase fue mas para mi, en realidad quería quedarme pero no sabia que hacer, no quería ni prender el televisor y en el hotel solo habían puras revistas que no me llamaban la atención.
Unos minutos después, los últimos, pasaron delante mío, me dijeron que iban a cabinas a jugar, era mi época de vicioso de los juego en red, pero aun así preferí no hacerlo. Todos se fueron, yo me acomode en un sillón mas grande, quería comodidad ante esta noche de silencio y tranquilidad, pude observar a un par de turistas, lindas chicas las dos, que se hospedaban en el mismo edificio que yo, sin embargo no reaccione, me quede sentado hasta que me percate de la presencia de una de las profesoras que había viajado con nosotros, pensé que nadie del colegio estaba en el hotel pues hasta las madres salieron de compras, pero ella me dijo que estaba cuidando a los tres enfermos que se quedaron y bajaba entre ratos para ver que no hayan escándalos. Al rato subió a ver a los enfermos, como me quedaría durante toda la noche, me pidió el favor de avisarle si algo sucedía mientras la noche transcurría, "ya! no se preocupe, yo le aviso".
Momentos después, el sueño se apodero de mi, me envolvió de tal manera que preferí irme a dormir y descansar, mañana era el día de la destrucción, el ultimo día del viaje de prom, así que subí por el ascensor, fui hasta el final del pasillo, tan solo unas tres puertas luego de la mía, toque, pero nadie contestaba, me pareció muy extraño. Solo quería avisarle a la profe que me iba a mi habitación a descansar, pensé que estaba dormida o a lo mejor no estaba, así que mi intención de avisarle y ser responsable, sumado a la curiosidad de saber si las dos profesoras que compartían el cuarto habían dejado algo fuera de su sitio o incluso si tenían algún licor decomisado, me hicieron girar la perilla, con un empujoncito leve, la puerta se abrió, no se porque sentí que mi nombre era James y mi apellido Bond, cerré la puerta, di una mirada rápida, pero no vi nada, pensé en revisar los cajones o las maletas en busca de alguna botella decomisada, me llevo dos segundos decidirme a hacerlo.
A penas decidí buscar en la cómoda en la busca del alcohol, la puerta de baño se abrió de la nada, una explosión surgió de esta abertura, el vapor de una ducha de agua caliente salio en una mezcla impresionante con esos aromas de jaboncillo y shampoo, que a uno lo dejan sin palabras por la frescura y la sutileza de su composición. Un segundo después de esto pude ver su mano que asomaba, me quede frío, parado sin saber que hacer, era un simple alumno que estaba a punto de ser descubierto en el cuarto de sus profesoras, no atine a nada. Salio del baño con una toalla en mano y otra cubriendo su cuerpo. Su sorpresa fue inmediata, no levanto la voz para no crear un escándalo, me pregunto sobre mi aparición en su cuarto, solo le conté la verdad y le mencione lo apenado que me sentía, de verdad lo lamentaba, las palabras para disculparme, salían con la rapidez con la que se dice un trabalenguas, mientras tanto ella, dándome la espalda, sentada en la cama, se secaba el cabello. Se paro, dio media vuelta, tenia el ceño fruncido, me dijo que me creía.
El corazón me palpitaba demasiado rápido, pues no sabia que hacer, me sentía acorralado, saldría jalado en su curso, ya no sabia que hacer ni decir, solo la mire a los ojos, esperando su respuesta. Pude ver como su mano se movía, parecía agarrar la punta de la toalla, en lo que pensé que era un puño de cólera, mis parpados se cerraron menos de un segundo, al abrirse me di cuenta de lo que estaba sucediendo, la toalla cayo al piso de un segundo a otro, no podía creer que su cuerpo de veintinueve años estaba en frente mío, firme como lo había imaginado, contorneado como todos lo habíamos visto en clases, mostrando esa delicadeza que me gusta en las mujeres. Camino hacia mi, respire profundo mientras sentía como mi rostro cambiaba, ya no me sentía James Bond, ni tampoco un alumno mas, ahora mi rostro la miraba como si fuera mi mujer, como si ya supiera de antemano que esto iba a suceder, como si fuera nuestro secreto escondido, como si esperáramos esta noche, como dos cómplices sumergidos en una excitante situación, con toda la promoción a dos cuadras del hotel y tres amigos en sus cuartos muy cerca de nosotros.
-No vayas a tomar esto de mal manera- su mirada era profunda, pero no podía amilanarme.
-Espero que tu tampoco- le conteste en un tono grave de mi voz.
-Para nada, solo quiero disfrutar este momento- sus susurros hicieron gran efecto en mi.
-A mi también me gustaría-
-Hace mucho calor, no?- sus nervios salieron a flote en ese momento, esa frase tan cliché, su sonrisa, la mirada al piso mientras se mordía los labios, ella sabia lo que hacia y lo que iba a hacer.
-Pensé que solo yo lo sentía así-
No se pronunciaron mas frases largas en ese momento, sus manos suaves como la seda acariciaron mi rostro bajando lentamente por mi cuello, alternaba su mirada entre el camino que dibujaban sus manos y mis ojos. Anque se detuvo un momento en mi pecho, no tardo en inspeccionar todo mi cuerpo por encima de la ropa, como su tuviera que pasar un control de calidad, el cual sabia que pasaría pues llevaba un tiempo yendo al gimnasio al igual que ella. Ambos estábamos viviendo la aventura más tórrida de nuestras vidas, no dejamos los besos a medias, fueron largos e intensos, suaves y fuertes, delicados y apasionados, juguetenado con nuestras lenguas y sonriendo con alguna torpeza. Las caricias eran las más apropiadas y experientadas, suaves y placenteras, con esa pizca de propiedad privada que uno trata de dar a su pareja agregándole fuertes abrazos espontáneos que demuestran el incontenible deseo hacia la otra persona y su cuerpo.
Los besos y las caricias, los apretujones y la respiración un tanto acelerada, los rozamientos de las piernas entrecruzadas hacia nuestras entrepiernas, el frotamiento de nuestros cuerpos generaron en nosotros una necesidad única de abalanzarnos contra la cama para besarnos y tocarnos, para incrementar nuestros deseos a su máximo nivel y vivir la verdadera intensidad del deseo carnal. Algunos minutos después no podíamos resistir la intensidad de energía que emanaba de nuestros cuerpos. No nos resistimos ante la tentación de cometer ese delito escolar y dimos rienda suelta a nuestra imaginación, a penas empezamos con el duelo, sentimos la presión del calor en cada encontrón que nuestros cuerpos promulgaban rítmicamente sin tener piedad a los oídos vírgenes que podían estarnos rodeando, no nos permitimos ningún tipo inseguridad o retraimiento, éramos los dos solos , el uno para el otro, sus pechos, suaves y firmes senos, su cintura pequeña y curva que iba en perfecta combinación con sus caderas, un tanto anchas y como bailaban al compás del sonido de nuestros cuerpos, los gemidos, la respiración cadenciosa, sus gestos, esa cara de niña traviesa que se transformaba una ninfomana empedernida. Poco a poco fuimos entrando mas en conocimiento del otro, las mordidas y los rasguños no se hicieron esperar, los rostros de placer combinados con el dolor casi mimetizado con el libido en ebullición.
Queríamos detenernos en algún momento, pero su espalda quebrada y su apetito sexual no me dejaban controlarme, al parecer ella tampoco encontraba la forma, así pues llevamos algún tiempo amándonos y jugando, acariciando y experimentando, explorando y ejercitando los cuerpos para terminar luego de algunas sesiones dentro de la ducha besándonos, abrazados.
El ultimo día del viaje seria como cualquier otro, todos tranquilos las anécdotas de mis patas eran buenas pero ninguna como la mía. Aprovechamos algunas escapadas para besarnos, y de regreso en lima nos escondimos algunas veces más para profundizar la relación y hacerla mas intensa. Como toda buena historia el final no fue bueno, hasta ahora luego de recordar todo lo bueno que pasamos no puedo olvidar las palabras de mi pata y el resultado final de esta historia.
-Oigan! a que no saben!-
-Que fue gordo? ahora con que chisme vienes?- le pregunte con amabilidad pues era su ultimo chisme en el cole.
-Votaron a la profe de historia!-
-QUE????- no podía creerlo, por mi y la culpa de algún chismoso hijo de su madre, ella no estaría mas en el cole.
-SI! sabe dios como el padre director se entero que se tiro a un alumno en el viaje de prom-
-Que pendejo el broer! Salio campeón, pero la cago, ahora si el cole se queda sin la mejor profe de historia- muchos otros comentarios surgieron pero luego d mi pregunta ya no pude pensar mas en nada.
La vi a lo lejos caminando con la mirada al suelo, caminaba con el coordinador principal, parece recibiendo las ultimas indicaciones, levanto la mirada y yo la mire, me pareció cruzar miradas con ella, sin embargo así la espere a la salida, ella nunca salio de la manera usual, para buscar su taxi, parecía que la escoltaban en carro hacia algún otro lugar para lo que luego me enteraría, ser juzgada por una comisión formada por casi todos los colegios católicos, al parecer nunca volverá a formar parte de un cole sea de ese grupo.
Nunca más la vi, pero siempre recordare a mi profesora de Historia del Perú y el Mundo.