sábado, 1 de noviembre de 2008

230 Vueltas


"Enserio Tigre, estas con Papá, tu confia nomas!"
-Comentario de Frank cuando se empila.-

Hace unas semanas atras, haciendo memoria como si fuera ayer, me encontraba entre la cruel espada del conocimiento, que me apuntaba como si fuese a darme una estocada en cualquier momento, y la pared delimitada por el inoportuno tiempo que crearon hace muchos años atras; como si fuese un estudiante normal, "comun y silvestre" como suelo decir, con la unica excepcion de terminar mi semana con tres increibles parciales, para los que tenia que leer cantidades industriales de hojas con diversos conocimientos de la vida y la sociedad, en un mismo dia. "Todo esta saliendo bien este viernes" era lo unico que me repetia luego de dar un fugaz y exitoso parcial de Historia; las chelas no se hicieron esperar, unos amigos y yo nos fuimos a un local al frente de la universidad a empezar el fin de semana como todo buen cristiano.

Empezaron las historias y estas nos llevaron a la quinta cerveza, empezaron a llegar mas amigos y entre ellos llego Tito, aquel ya un tanto popular buen amigo mio con el que disfrutamos diversos momentos no solo de intensas alegrias y carcajadas sino tambien de aquellas penurias sufridas por la vida, como algunos dias atras, motivo por el cual tambien debiamos tomarnos unas chelitas; asi que pagandome ya las tres chelas que me prometio y pasando ya la caja de cervezas, nosotros dos decidimos dejar que nuestros compañeros se retiren para esperar a nuestro nuevo amigo Frank, una gran persona, fiel amigo, empilador de profesion, fiel creyente de la religion del plastikito* (yo fui consumido por dicho poder hasta hace poco), apoyo incondicional en cualquier momento, una persona en la que se puede confiar, astuto, criollaso por excelencia y como todo buen peruano "recontravivo y supercreativo", comete ciertos deslices inesperados en los que no le que de otra que chantarselas cuando se le tilda de haber cometido la estupidez mas grande del planeta.

Eramos simplemente los tres que caminabamos tranquilamente por la vereda de enfrente de la universidad, viendo a los primeros entusiastas que caian ante los efectos del alcohol, dirigiendonos hacia nuestro destino proximo, un local muy conocido y concurrido, en esta ocacion, concurrido por los amigos de la promocion de una chica con la que mantuve una relacion un tanto clandestina, hasta que llego a su fin, pues ahi todos se percataron de la realidad que tratabamos de mantener en privado, toda esta situacion me llevo a ser parte de algunas bromas, que dejamos pasar mientras las botellas de litro 100 pasaban por nuestros ojos, su desinhibidor contenido enfriaba los vidrios que llevabamos a nuestros labios, aquel liquido vital, como lo llaman algunos, era engullido por nuestras gargantas, acompañando a las sonrisas y las bocanadas inconcientes de las casi cuatro decenas de cigarrillos que terminaban en el piso. Nos cerraron el local y nos retiramos a otro a continuar nuestra travesia del viernes, pero.... decidimos retirarnos a nuestras casas. No fue una buena idea.

Caminamos por la Av. Universitaria, como quien mira lo largo de la universidad, conversando de las anecdotas y situaciones "X" de la semana, estabamos riendonos terminando los ultimos 2 cigarrillos de la cajetilla, hasta que el primer incidente del viernes, que hasta ese momento habia sido genial, llego...... y llego vestido con una casaca de jean , un polito ajustado, maquillaje suficiente para maquillar a todo un elenco treatral, fue a una cuadra de la Av. La Marina, tenia voz de hombre y cabello rubio teñido, y labios de rojo como los de Sharon. Me toco, los sentidos y la piel se me encrispo, la mente se quedo en blanco y su cara de felicidad, me perturbaron tanto que no pude asestar el golpe, la mueca que claramente aludia al asco inmediato que me dio este individuo callejero, propicio a que soltara mi entrepierna, solo avance, sintiendome asqueroso, infectado, como si tuviera algun virus mortal-infeccioso; sumandose a estos sentimientos, la insitencia de Tito y la permision de Frank para poder usar su pequeñas mañas en bien de la vida urbana, nos acercanos donde unas amigas de la calle, entre ellas conocia, por una casualidad de la vida, a Milagros, conocida en la zona por la gordita coquetona, conocida por mi como la gordita que vende.

-Hola Milagros, te acuerdas de mi?- no estaba seguro que recordara mi cara un par de años habian pasado de mi ultima visita.
-Si, claro tu carita se me hace bien conocida, eres el d ojos bonitos que vive a 3 lucas de aqui- se acordaba d un delivery, le parecio una estafa pagar el pago minimo de un taxista por una distancia tan corta.
-Si, claro, soy yo.... queria saber si tenias hierba-
-No loquito ya no vendo hierba, solo de la blanca-
-Bueno y como sale?-
-Pucha la he subido de precio, pero me gustas, asi que lo dejamos en el precio de antes- nunca antes le abia conprado coca a ella, su memoria le jugo una mala pasada para el bien de nuestros bolsillos, pero no solo a ella sino tambien a nosotros.

Regrese para darles la noticia a mis queridos amigos, pero ellos ya estaba a medio paso de otro local, con el diente picado por la chela, la nariz olfateando los rincones mas escondidos de dicho estacionamiento, y como no contarlo, con las hormonas un tanto revueltas por aquel perfume que emanaba del local y la musica provocadora que se escuchaba mientras cruzabamos el porton negro, las luces de neon que a primera instancia nos cegaba, poco a poco aclarabamos la vista en plena oscuridad tratando de distinguir buenos cuerpos y cara simpaticas, no quedamos Tito y yo en medio de un par de feminas que dejaban no tanto que desear a la vista sino mas bien a la vida, claro que nuestro portavoz en los temas de mujeres a tratar estaba no solo mejor acompañado que nostros, sino que parecia que nos encontrabamos en su terreno, Tito y yo solo atinabamos a mirarnos y tratar de pasar el moemnto lo mejor posible, las jarras llegaban y nosotros nos extrañabamos, pues no teniemos mas que unos cuantos soles en el bolsillo, mirabamos al par de indecentes ubicados sobre el mueble de cuerina negra que se ubicaba frente a nosotros mas alla de la mesita donde los tragos para las "señoritas" y nuestras jarras de chelas se ubicaban.

-Ya vengo un toque voy aqui al lado- Frank se habia levantado sin que nos dieramos cuenta.
-Donde vas webOn!- a mis palabras se sumo la cara de extrañesa de Tito, mas sus deseos internos de poder aprovecharla opurtunidad y salir corriendo al baño para compartir la menor cantidad de blanca posible.
-Aqui nomas- señalo un mueble cercano en el que estuvo no mas de cinco minutos, pues la damicela con la que se encontraba, sabia como utilizar la poca gracia que tenia para seducir a sus nuevos amigos diarios que las noches limeñas le ofrecian.
-Ya vengo-
-A donde vas?-
-Al privado pues tigre- era un amigo mas que en este ultimo mes se veia envuelto en los desencantados encantos de una amiga fortuita del deseo y la lujuria.

Parecia que la noche recien empezaba, Tito mantenia una conversacion amena mientras que las caricias no deseadas de su acompañante seguian deslisandoce por su rostro y cuerpo, intentos fallido de aprisionarlo pues su cabeza pensaba en otra persona, por mi parte, yo me pare unos segundos pues los calambres de pierna que me propiciaba el peso de mi "querida acompañante" eran insoportables, este fue el momento mas inesperado, pues pude distinguir a una pequeña niña que deambulaba por el lugar, hasta que mi querido amigo, en ese momento un tanto no deseado, me paso la voz para "la hora D" (como suelo llamarla, me aburri de decirle "el C time"). Caminamos de camino hacia el baño donde nos encontramos con un individuo que interrumpio este sagrado momento con nuestras lineas tan blancas como las de las carreteras, como si fuera la bandera del Peru o mas aun, la del Vaticano; poco nos falto para botarlo a patadas, o para ceder a sus ideas esporadicas de fumarnos un turco, sin embargo esperamos, que desistiera, esperamos que unos cuatro hombres mas pasaran por el baño, asegurandonos que nadie mas nos estorbaria, y aspiramos como si estuvieras en la cima del mundo, como si estuviramos en la sierra de nuestro pais disfrutando de un aire limpio y puro, solo que en esta ocasion no era aire.

Era una mano firme pero no tan delgada, era la sutilesa de las palabras al pasar las cortinas detras del escenario, los labios bien pintados las que hacian que esas palabras tan calidas envolvieran a un ser humano normal, trabajador, cansado y con deseos lujurisos; eran las curvas un tanto sobredimensionadas que se asomaban las que proporcionaban encajes para porde sujetarla con fuerza varonil las que incentivaron mas al individuo trabajador, fueron las copas de mas que tenia que tomar las que hacian que la labia saliera a flote y que le permitiera a la dama acompañante darse cuenta que sus atributos estaban causando la impresion necesaria para su proxima victim, solo tenia que hacer un poco mas de trabajo ya no tan dificil para su profecion, el sonido de la brageta se escucho como si fuera el unico sonido inventado por dios, la mano suave que rodeaba el cuerpo varonil que emanaba mas y mas hormonas llego al punto indicado de la noche, los movimientos suaves de un inicio empezaban a ser mas intensos y rapidos, fluidos entremezclados con el sudor de los cuerpos provocaban una mayor excitacion, la aventurada damicela sabua que este individuo tenia un plastikito y que podia consumirlo hasta el final, y le dio un previo adelanto de lo que podia conseguir, haciendo uso de otros poderes personales que la practica le habia permitido desarrollar, movimientos de lengua y fluidos salivales, generaban en mi amigo momentos tan placenteros como nunca los habia tenido........

Mientras tanto discuti, me moleste, me enerve de sobremanera, hasta que paso por mi lado aquella bella lenceria de color rojo, las medias con el sujetador, los zapatos, mas la ropa interior de encaje, esa carita bella que no podia dejar pasar, una sonrisa timida, el cabello no tan natural como es de costumbre pero pintado por un artista, las facciones de su rostro tan perfiladas y suaves que se me hacia un tanto increible poder encontrar a una niña tan bella como aquella. Sentado en la barra con los pies apollados en el banco y las piernas abiertas, ella se acerco con timides y con suavidad extrema trate de tomarle la mano y acercarla hacia mi y ella dio unos pasos pequeños mirando hacia el piso, levantando sus ojos suavemente para mirarme al rostro, y sonreir con una hermosura como ninguna, se apoyo en mi pierna mirando a su amiga que conversaba con Tito, nos miramos y dimos gracias pues ella ya no estaba con esos hombres toscos y cochinos asuquerosos, y yo tampoco me encontraba rodeado de mujeres sin gracia y con los dias contados por los maltratos recibidos en su profesion, solo estabamos ella y yo, y la abrace y ella cedio apoyando su cuerpo contra el mio, y conversamos y nos conocimos, se llamaba Lady, tenia 19, necesitaba el dinero, no tenia como estudiar, y tenia unos meses en el negocio, nunca habia entrado al privado, tenia miedo, queria volver a verla, queria verme para eu la saque de esos lugares, queria besarla y abrazarla para siempre, ella no queria vivir asi, ella es mi puta linda.

Frank salio sin poder concretar sus actos pues no tenia un preservativo a la mano, con lo que Tito y yo no podiamos creer pues cada uno de nosotros teniamos como tres de noches psadas o guardados porsiacaso; ya con la cabeza revuelta un poco molesto y calenturado, medio ebrio por los efectos del alcohol mirando como todo le daba vueltas y le dieron 230 vueltas, 230 dolores de cabeza, 230 problemas, 230 apodos, 230 molestias, 230 verguenzas, 230 soles fue la cuenta por no consumar sus actos y quedarse arrecho.

Solo atinamos a sacarlo del local, no queriamos problemas, no queriamos que gastara mas plata, eran casi las 6 de la manana, solo queria volver a verla, Tito queria volver a jalar, Frank queria no haber entrado, no todo termina como empieza, no todo termina bien , Tito con la ñata a medias, Frank con las hormanoas revueltas, yo sin esperanza de volver a verla.

Olhos Vermelhos


*Plastikito: dicese tarjeta de credito que se puede gastar al antojo del propietario por que: "estoy chambeando con el sudor de mi frente".

3 comentarios:

Roberto Rojas dijo...

230 vueltas, 230 dolores de cabeza, 230 problemas, 230 apodos, 230 molestias, 230 verguenzas, 230 soles fue la cuenta por no consumar sus actos y quedarse arrecho.

Como dije ese día: "todo por huevón", ¿quién, hoy en día, sale sin un condón?

PD: Tito no es coquero eh! yo lo conozco bien y sólo le gusta consumirlo de vez en cuando.

Fbio dijo...

NO a los coqueros!!!!

Si a la rehab!!!!

no????? jajajajajajaja

Ultimas Virgenes dijo...

JAAAAA no seria mejor que se fumen un troncho y dejen de pagar por mujeres! ay niños niños! jajaaj

bravazo.. me demoré en leerlo pork staba un toque largo asi k la demora duró como 1 semana pero lo terminé! (está impreso)
Te leo
Te escucharé

LACHATA