sábado, 15 de noviembre de 2008

Jalowín: La noche transilvánica del estaf


“Íbamos a morir toda la muerte juntos”


Nunca hay nada nuevo bajo el sol pero nos aventuramos a creer que este post grupal es histórico para la blogósfera peruviana. Es, además, este espíritu rashomón por el que alumbramos este bloJ: contar una madrugada desde varias perspectivas, lo que percibimos, lo que nos gustó o por lo que perdimos la cabeza.

Muchos de los mismos ingredientes del estaf casi entramos en shock porque este post de Jalowín ha demorado lo que no hubiéramos querido. No es que nos guste postear cada quincena de mes, es que estuvimos acalorados por nuestras obligaciones tan perversas como la noche de Jalowín que hoy les vamos a contar.

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Voces macabras (por Christian)

Ya estábamos reunidos en el paradero frente a la universidad para dirigirnos al estudio de grabaciones de nuestro ahora ya ligeramente popular programa de radio, al parecer la noche no nos prometía buen augurio…Reiner había arribado tarde de manera ya un poco abusiva. Aun con la tensión de saber que nuestro primer programa radial empezaría tarde, tratamos de imaginarnos como es que seria el programa o que esquema tendría. Luego de un gran debate “minucioso y de carácter serio” (de 1 minuto) ya teníamos todo casi planeado, la música seria intercalada entre criolla y latinpop y los temas q se chismosearían eran los planes de un 31 de octubre. Ni bien bajamos del taxi, por que el staff de noches vírgenes solo se moviliza en taxi señoras y señores, nos desplazamos a la sala de mi casa con una rapidez impresionante, digna de compararla con la del correcaminos.


El programa empezó como siempre con la voz sensual o para algunas y “algunos” la voz sexual de Fabio y con Thriller de Michael Jackson como música de fondo. La música que fue permutando entre artistas como Chabuca Granda, Don Omar, Eva Ayon, Jerau, Kema, etc. La gente había comenzado a participar contándonos los disfraces que usarían esa noche, entre los cuales los más pintorescos que recuerdo fueron el de la “viuda negra” y el de “angelita y diablita a la vez” que por supuesto fueron comentados de manera vivaz y salerosa por el staff de noches. Luego se empezaron a pronunciar con los planetas de ese día, tema que interesaba de manera primordial al staff de noches vírgenes, puesto que ese día de manera algo insólita no teníamos ningún plan al parecer nos quedaríamos tomando unas cuantas chelas en mi casa. Los planes de la gente al parecer se inclinaban más a la celebración de esta fiesta americana llamada Halloween y nosotros seguíamos sin conseguir o mejor dicho colarnos a un plan de algunos de nuestros asiduos oyentes. Sin embargo, por unos momentos el rumbo de nuestra noche criolla-jalowinesca parecía tener destino, mi señorita enamorada que había llegado a escuchar casi los últimos 40 minutos del programa nos indujo a salir con sus amigas a Miraflores. Los ojos de Fabio se abrieron de manera exorbitante, era como si hubiera visto tierra luego de haber naufragado 3 años, al parecer se alucinaba a mujeres vestidas de diablitas o colegialas putitas, cuestión que no era así pero que luego el se ganaría con una “garota” (parte de la historia contada mas adelante). Toda esta ilusión creada por Fabio y la de nosotros por saber que ya teníamos al menos algún lugar donde ir a calmar la sed se derrumbo cuando Claudia (mi enamorada) nos dijo que ya sus amigas estaban regresando a sus casas que en la reunión de Miraflores solo quedaban puros machos pipilepticos. Fue de esta manera como otra vez el staff había quedado en el espacio sideral sin poder encontrar una buena locacion en esta perdida y carcomida capital peruana para consumar los actos primordiales de esa noche.


Sirena de las rampas (por reii)

Terminamos de grabar el segundo programa. El dictador del estaf, Chris, que ya no lo es tanto cuando de su enamorada se trata, sacó su “Poto-móvil” y nos llevó a dar una vuelta por Lima (tómese esto literalmente). Pude percibir que Lima es pequeña y disfrutable cuando hay poca gente en la calle.

De tumbo en tumbo, siendo las tres de la mañana, llegamos a “Bikers Plaza”, huachafo nombre de un parque donde se practica la buena cleta y la temeridad sobre dos ruedas. He concurrido anteriores veces a ese parque. Antes, era de pura tierra y había piedras. Los mismos ciclistas afanosos se organizaron para mejorar la infraestructura de su centro de entretenimiento. Por eso cada vez que llegaba por ahí con mi bicicleta Monark verde encontraba obstáculos y rampas remozados. Tal parece que estos ciclistas organizados fueron apoyados por la Municipalidad y construyeron un digno Segundo Hogar. Sin embargo, para mí, eso atrajo a más gente, más ciclistas y cada vez que puedo ir, que ahora ya no es mucho, lo encuentro lleno de otros patinadores o rodantes usuarios en general. Bien por ellos, pero mi cleta montañera ya no sirve para esas rampas empinadísimas y tampoco para ese pozo circular gigante por el que me he quedado muchas veces con las ganas de entrar.

Los chicos buscaban una buena locación para posar dignamente para la foto oficial que usaremos en la radio (hasta que nos despidan, aunque aun ni nos pagan) mientras yo desaparecía entre unos montículos de tierra que no han cambiado su forma desde que conozco ese lugar. De noche ese lugar se vuelve tenebroso y ahora lo era. Pero más pudieron mis ganas incontinentes de devolver a la naturaleza toda la Inca Kola que había injerido hasta ese momento y miccioné casi de cuclillas.

Volví y observé una chica desaliñada conversando con el estaf. Sin pensarlo demasiado, ella (a quien llamaré Sirena) me prestó gentilmente su bicicleta BMX para probar un toque las rampas. Le agradecí y no dudé en ir primero al hondo hueco circular. La noche y esa niña virgen me regalan esta oportunidad, pensé. Tuve miedo de bajar “como los grandes” saben hacerlo por ese filo. Me encabroné y lleve la cleta a la entrada monse del Hueco (para los que no entienden, es como elegir entre meterse un clavado o usar las escaleritas para entrar a una piscina). Me advirtieron que no sea tonto, que iba caerme por las puras y nadie estaba para vendarme, llevados seguramente por la desconfianza de considerarme pollito para las bebidas (solo había tomado unos vasos de Inca Kola y aun no daba cuenta de la minibotella Pilsen que unos serenos quisieron quitarme). Yo pensé, si me saco la mierda vendrá la sirena y me curará las heridas en medio del hondo hueco y rodeados de bikers y blogueros que fotografiarían la escena donde el amor iría floreciendo de a pocos; acto seguido me lancé. Deslizándome, sentía que con cada latido de mi corazón las habilidades ciclísticas de antaño volvían a mí.

Cuando me aburrí de dar vueltas como un energúmeno quise subir e intenté pero necesitaba más velocidad. Una velocidad que no iba poder controlar era la necesaria para salir de ese hueco. Roberto, mejor conocido como el Pitufo Gruñón de la blogósfera, se puso en la cúspide para cogerme cuando suba. El plan, según pensé, era que yo iría muy rápido para subir lo más que pueda y él sujetaría la llanta delantera. Di un par de vueltas para ganar velocidad y me embarqué para subir esa casi-pared con la bicicleta. Cuando llegué arriba no llegué. Roberto Elar Rojas Sabina, si mal no recuerdo, estaba hincado mirando (¿o tomando una foto?) cómo la cleta empezó a ir en retroceso conmigo arriba de ella. En retro, aguanté todo lo que pude poniendo el pie repetidas veces hasta que me venció el peso y caí de espaldas (bueno, primero aterrizó mi coxis) al pavimento lleno de grafitis. Escuché las risas naturales del público (la crema y nata del madrugador ciclismo peruano) y me levanté valientemente para volver a intentar subir esa rampa. Supe que era imposible, ahora me sentía una Sofía Mulanovich lesionada que no iba poder con esa rampa que más parecía una gigantesca ola de cemento concentrado.

Alcé en hombros la magullada bicicleta de Sirena y esta vez Robby sí fue eficaz en recibir el fierro que yo tenía entre las manos. Avergonzado por mi acción, como un chiquillo que acaba de romper el florero favorito de su madre con un balón de fútbol, devolví la bicicleta a su dueña que, conocedora de los riesgos del noble arte cletero, no miró desaprobándome sino que con cierta compasión y ternura, comprendiendo los límites de mis vetustas habilidades, perdonando mi inutilidad.

Le agradecí el gesto y me senté al filo del hueco, a su costado casi. Minutos después, ella quiso entrar al pozo. Lo dudó mucho, lo suficiente para saber que la cordura es una virtud en ella. Le recomendé que si iba lanzarse lo haga con decisión firme, de lo contrario y volviendo a la figura de la piscina, se iba clavar un panzazo monumental. No se atrevió, Sirena prefirió deslizarse sin bicicleta, y yo la observaba encantado, sonriendo como un paparulo a la chica que había robado mi atención, que hizo de esa pobre noche radial una madrugada salvadora.

Sirena tomó su bicicleta y desapareció entre las incontables rampas. Luego no pude acercarme, que tampoco soy el más gilipollas del estaf; era hora de irnos, de subir al Poto-móvil (el engreído del estaf). Antes de subir, con un pie en el auto, aun podía escuchar cómo Sirena cortaba el viento con su silueta marina. Me gustó más verla así solitaria y no acompañada por sus amigos los inefables. Todavía aturdido por saber que nunca más la volvería a ver busqué la Pilsen 330 para ver si sumergido en ella encontraba algo de resguardo, la abrí difícilmente y con cariño. Estaba dispuesto a beberla sin detenerme, me acerqué al pico pensando que iba besar a Sirena, cerré los ojos, pero poco me duró el sueño. La botella chisporroteó toda la espuma que pudo y ensució mis piernas. La aparté de mí, la contuve un rato en el aire mientras el carro aceleraba y la sirena de las rampas quedaba atrás.

PEDIDO: Sirena, te pido otra oportunidad para conocernos, vernos y hasta pasear en bicicleta. Sé que uno de tus amigos cleteros revisa este bloJ y nos escucha en la radio así que, hermanón, apelo a tu solidaridad, te pido de ciclista retirado a ciclista en actividad que hagas llegar mis súplicas a Sirena, tu amiga. Una vez que lo sepa, ella decidirá si hacerme caso o no (que es, descuida, lo más probable). Sirena, te agradeceré si me haces saber tu decisión (por un comentario en este o en mi otro bloJ, o tal vez un correo, mi correo es, para que no te molestes en buscarlo, reiinerdiaz@gmail.com) y “lo que tenga que ser, que sea; y lo que no por algo será”, como dice Drexler. No podía dejar esta historia sin escribir, Sirena, espero que no te enojes si alguna descripción fue inexacta. Solo tú sabes mayores detalles de esa madrugada, así te identificaré. Tal vez, Sirena, si no das una señal elija mil veces el mal camino, el camino que me estrellará al pavimento y me alejará otra vez de ti.

¡Apura que ya no doy! (por Roberto)

La jornada del día acabó con una aparente discusión. Claudia, puesto que tenía un antojo de McDonald’s, había utilizado su última arma para saciar su repentino, aunque justificado, capricho. Christian no dio su mano a torcer, pero si su brazo a morder, y fue así que ante el dolor su serenidad de disipo y, a no tan buenas maneras le explico que:

-¡Carajo Claudia me duele! ¡Sabes que no me gusta que me muerdas!- Su reclamo era justo, pero la manera como lo dijo no fue la indicada, así que el grupo tuvo que realizar una maniobra fugaz y silenciosa, para que así ellos puedan discutir con tranquilidad.

En ese momento fue que sentí la primera pegada. No sé si fue por la cerveza, los abundantes y continuos cigarros que tanto me gustan, o la comida de hace unas horas; pero repentinamente sentí ganas de, como cualquier ser humano, ir al baño. Sin embargo no había ninguno cerca, no podía hacer nada, sólo esperar. Y seguir esperando.

La pelea acabó con discreción, sin muchos gritos ni palabras, pero la batalla estaba perdida, ya que los ánimos del buen Christiancito habían decaído. No nos quedó de otra, para mi buena suerte, o la de mi estómago, nos retiraríamos a cualquier lugar. Nos dirigimos al carro y sentí una pesadez tremenda. Me costaba trabajo caminar y a mi estomago aguantar, pero me puse más tieso que coqueado y camine con dolor y sufrimiento. El camino lo sentí más prolongado de lo que imaginé. Era una larga agonía estomacal, y no permitiría perder la batalla ante mi cuerpo criminal. Como la gente no sabía de mi dolor y ante la presencia de un grupo de jóvenes no tan masculinos, tracas para ser específico, se animaron a tomarse una foto con ellas. Claudia se animó a tomar la foto. Pero como yo no quería salir en ella me obligó, tomó mi cuello cual marioneta y me empujo a el cuadro, que parecía ser un lugar lleno de testosterona, y también algo diferente. Sentía que, ellos, emanaban una combinación a maquillaje y perfume fuerte. Sus botas con tacones, las faldas cortas, el excesivo maquillaje y la barba mal cortada originaban ciertas sensaciones extrañas en nuestro gran amigo Fabio, el cual parecía estar más que contento.

Tomada la foto pensé que acabaría todo y que nos iríamos a casa, si embargo Claudia se animó a apostar por una foto con pierna de traca en mano. Fue un error, pensé, Claudia cometió un error; puesto que sabía que Fabio se animaría a hacerlo. Y no me quedó de otra que soportar el roche ajeno y aguantar, y seguir aguantando. Después de todo era sólo una foto bochornosa, ya nos estábamos retirando.

Fue cuando llegamos a disipar una cruz, a lo lejos, creo que era un indicio de que la lucha sería larga y agobiante.

-¿Ven la cruz?

-Sí.- Todos en coro

-Pues ahí, o por ahí es mi casa.- lo dijo con una naturalidad tremenda, como si fuese un recorrido normal, sano, corto. Y aunque no la odie, porque no tenía la culpa de vivir en el fin del mundo, me preocupe por mi salud estomacal, puesto que ya empezaba a sudar frío y a no tolerar la música ni el carro ni nada.

Felizmente llegamos con cierta rapidez, no gracias a la infinidad de rompe-muelles que merodean las pistas de Chorrillos, si no más bien a la astucia de Christian y a su pie pesado, puesto que por un segundo creyó que era Meteoro y su carro el Mac 5. Sin embargo recién llegábamos a la mitad de mí agonía. Puesto que teníamos que esperar que Claudia entre a su casa y regresemos por ahí, a algún lugar tranquilo en el que pueda destruir uno de tantos baños. Ya no aguantaba nada, ni la música, ni el trago, ni a Fabio, ni a Christian, mucho menos a Reiner -que estaba a mi lado-. Los odie sin razón por estar en aprietos, de estómago para ser más específico.

-Chau.

-Cuídate.- Sentí que el amor entre esa pareja tan cursi se había disipado ante una pelea extrañamente estúpida. Pero si eso hacía que el camino se acortase, yo lo celebraba.

-Vamos.

-Tío acelera que ya no puedo.

-¿No puedo?

-Si no voy al baño voy a reventar.

Todos se rieron conmigo, tal vez de mí un poco también, resultó que mi agonía era graciosa y se mofaron de mí sin ningún tipo de pena. Me dolía todo, y sudaba frío; sin embargo ellos sólo reían y ponían música estruendosa que no lograba entender.

Christian voló, casi literalmente. Su carro no acató ninguna regla de tránsito y aceleró a no-sé-cuantos kilómetros por hora. Yo estaba feliz por eso, y a la vez sufriendo por esto. Fabio hablaba y hablaba, y me daba ganas de soltar uno en su cara, pues su voz hacía más larga mi agonía. Supongo que me pongo de muy mal humor cuando estoy en una situación apabullante, pensé. Supongo que era cierto pensé ahora.


Felizmente llegamos a Miquelón, que fue el pobre restaurante que aguantó mi sufrimiento. No quería esperar a la casa de Fabio, me hubiese sentido muy incómodo en ese momento, los sonidos estomacales hubiesen despertado súbitamente a la familia y eso no era una buena referencia: “Roberto el flatulento”. Corrí al baño y entré con desesperación, como si mi vida dependía de eso -irónicamente creo que de esperar una hora más, hubiese sido cierta esta analogía-. Salí con una satisfacción tremenda y ame al restaurante por su atención tácita, gracias a su baño ahora me siento tranquilo y con hambre; así que no me quedó de otra que picarle comida a mis tres buenos amigos, los cuales me alimentaron con amor y a la vez con odio.

El día fue excelente y tuvo de todo: Radio, huevin, fotos, tracas, velocidad, amores, peleas de amores, comida, baños, agonías, satisfacciones, desilusiones, golpes, roces, bikers, skaters, todo y nada.

LA FOTO DEL FINAL

7 comentarios:

Fbio dijo...

sabia ke ibana escribir demas!, recuerda ke al inicio claudia dijo ke apostaba al ke se tomaba la foto y al final todos nos apuntamos y ROBERTO! NADIE TE TOMO X EL CUELLO TU FUISTE SOLITO A TOMARTE LA FOTO CON TODOS! y si no lo puedo negar por una apuesta me tome la foto con la traka!

esa noche fue realmente tranki buena, espectacular con skaters y bikers! con tracas y una escolar ke pedia efectivo por sus sevicios a la ke le tomamos fotos!

y al inal tb nos topamos con la conejita ke me llamo la atencion!

Dolores dijo...

jajajajaa......que miedoooo!!
Las noches de uds son bravas!!
aunque en pleno jalowin fueron al biker park imagino la habrán pasado de putamadre en la cleta.
PD: Fabio eres un mañoson!! y ojalá encuentren a la Sirena.
Saludos bloggeros xD
Los leo.

Ultimas Virgenes dijo...

jajjaja que buenaaaaaaaaaa

d hecho una noche digna de recordar :D

Besos
LACHATA

christiansdb dijo...

ja ... si en realidad no fue la noche que hubieramos querido pasar, pero no me quejo tubo lo suyo... pero creo que el mas ganador de la noche fue mi querido fabio, soño muy agusto con esa noche jajajja

Fbio dijo...

Claro! si todos se ponen de acuerdo!

1ro: me parecio una noche fuera de lo comun y me parecio paja

2do: lo hice solo por la apuesta!

3ro: me estafaron! xq asta ahora no me pagan!

4to: lola te juro ke no soy ningun mañoson!

5to: keridos amigos mios del blog!
DEJEN DE AGARRARSELA CONMIGO!!!!

muchas gracias por leernos y escucharnos (claro ke este ultimo agradecimiento no es pa la chata ke no nos escucha!)

Rayh Bernal dijo...

y yo aun sigo preguntandome! donde carajo estaba en esos momentos! en que antro de perdicion estaba acariciando a mi pobre higado! Sin duda la noche fue majestuosa y las anecdotas... ya no ya!!! Los felicito mis SARNOZOZ porke estan haciendo un gran trabajo, porque no solo nos entretienen con sus historias sino porque se ve el gran compañerismo y la wena onda que se origina en ustedes cada vez k se juntan para hacer alguna mamarrachada diga de aplausos!!! ZALUD x ustedes!!! EXITOS TOTALES

MelyCorley dijo...

Lo K c De tI : XeLeRo y T encanta JuErgUeAr .. XoKaTeLa---
Lo K nO c : .. LO d+